La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

10 minutos por paciente

No es dinero lo que está movilizando a los médicos; es humanidad y el sentido común

La crisis sanitaria de Madrid no es de Madrid. Ni de Navarra. Cada comunidad autónoma tiene su particular sistema de gestión, con sus propios problemas y sus correspondientes oleadas de protestas, pero el cabreo es generalizado. El colapso de la pública se ha contagiado a la privada situando las listas de espera (para todo y para todos) y el déficit de profesionales como el principal talón de Aquiles de nuestra sanidad. Pero lo que realmente debería alarmarnos es que médicos y pediatras salgan a la calle pidiendo 10 y 15 minutos para atender a un paciente.

No es el dinero lo que está movilizando a los profesionales. Es humanidad. Y sentido común. Hace un par de días pasé por la farmacia y (también) me tocó hacer cola. En aquel momento me enfadé: ¡Pero si están de psicólogos contándose sus penas y yo solo quiero una caja de Espididol! Hoy me arrepiento. Deberíamos entenderlo. Ya nadie nos escucha. Ya nadie nos mira a los ojos.

Ni siquiera tener dinero resulta ya un factor diferenciador para conseguir que te atiendan antes. Ni mejor. Las pólizas de seguro se han colado en las bonificaciones de las hipotecas al mismo nivel que las alarmas (negocio habrá) pero luego llega la aplastante realidad: cita para dentro de tres meses; una mañana en urgencias para que vean a tu pequeño con bronquiolitis. Con o sin póliza. No necesitábamos otra pandemia para comprobar lo indefensos que seguimos estando ante cualquier emergencia.

Y no me extraña que tengan tanto éxito los cursos de formación sobre soft skills. No podemos pretender que un médico de familia y un pediatra hagan bien su trabajo si tienen que atender a cincuenta pacientes en un día. Ya no hablo de que practiquen la "escucha activa" y tengan "empatía" con quien tengan sentado al otro lado del ordenador. ¿Se puede hacer un diagnóstico en menos de 10 minutos? ¿Somos conscientes de cuántas enfermedades graves se frenan en un ambulatorio? ¿De cuánto dinero público nos ahorramos? ¿De cuántas crisis mentales se han desactivado en un centro de salud?

¡Tiempo! ¡Piden tiempo! Y les advierten, desde nuestros gobiernos, que no "tocan" las huelgas. Que no es el momento. ¿Nunca es el momento? Ni para salir a la calle, ni para convocar una huelga, ni para reformar una ley, ni para negociar una subida de salarios. Nunca es el momento de rectificar y de avanzar. Si hay un colectivo que tiene que practicar las soft skills es el de los políticos.

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