EL mayor logro del proyecto de puente de Manterola, el que está llamado a ser la conexión Sur de Huelva con Punta Umbría, es que antes de construirse, mucho antes incluso de colocarse la primera piedra, ya ha conseguido el milagro de rebajar sicológicamente los atascos del controvertido puente del Odiel.

El milagro de la conexión Huelva-Punta Umbría con los futuros puentes, uno de ellos proyectado por Manterola, consiste en que sólo la promesa en sí ya sirvió de bálsamo para quienes reivindicaban solución a los atascos. El poliédrico Barragán y sus compañeros del PP se pasaron media vida hablando de ese monotema, se fotografiaron con pancartas y comparecían todos los días contando el número de vehículos que transitaban hacia Punta Umbría, y se hacían eco así de la desgracia colectiva de los sufridos conductores.

Llegó Chaves, prometió los puentes y el PP dijo que no se lo creía, pero de hecho se lo creyó. Y la prueba es que los populares bajaron la guardia, olvidaron la reivindicación, dejaron al pairo a las decenas de miles de conductores que pasan por el puente actual y vieron los nuevos puentes ya construidos aunque digan cada día que no se creen que vayan a estar nunca.

Si a ello se une que en estos dos años han cambiado los alcaldes de Punta Umbría y Aljaraque, que antes eran populares y ahora socialistas, todo apunta a que de hecho los puentes ya se han construido y Huelva cuenta con el puente colgante más largo de Europa, el de Manterola, que sale de la Punta del Sebo. ¿No lo ve usted? Pues ahí está. Y si no se lo cree, pregúntele a los del PP, que hace tiempo que lo han cruzado.