Antonio Carrasco

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Una marca Huelva

Ser de Huelva debería ser un sello propio de calidad, una garantía en el mercado agroalimentario

El aguacate es el nuevo cultivo emergente de la provincia de Huelva. Uno más que sumar a esa nómina de exquisiteces que cría esta fértil tierra con el sudor de sus agricultores, de sus ganaderos o de sus marineros. Esas 1.200 hectáreas del reportaje de mi compañero Jordi Landero, o alguna más si se suman pequeñas explotaciones, son apenas una gota de agua en el mar verde, rojo y naranja que cubre buena parte de la mitad sur de esta tierra. Esos frutos rojos, el marisco, el jamón, el vino, los cítricos, el aceite, la carne y derivados del cerdo, el pescado… me dejo muchos con toda seguridad. Es tanto lo que producimos y exportamos en el sector agroalimentario onubense que somos envidia sin valorar muchas veces por lo habitual que nos resulta pasear por nuestros mercados. Cada producto tiene su espacio particular entre los consumidores pero todos comparten un fondo común: la extrema calidad.

Nunca he entendido porque no existe una marca real que se salga de iniciativas institucionales o políticas concretas, de campañas a corto plazo o promociones temporales muy loables siempre, pero insuficientes en el tiempo, que agrupe toda esa producción bajo la etiqueta común de producto de Huelva con amplitud de miras y ambición. Una fórmula para unir esfuerzos entre productores, comercializadores e instituciones. Una marca compatible con la comercial, un sello propio de excelencia. No se me ocurren mejores embajadores para desarrollar la marca Huelva. Debe ser una forma de potenciar el nombre de la provincia, sus valores y una garantía para el consumidor. Tras el sello producto de Huelva solo debe haber calidad.

Los frutos rojos, el marisco, el jamón, el vino, los cítricos, el aceite, la carne y derivados del cerdo, el pescado. Cada cual con su marca, con su etiquetado y sus peculiaridades pero todos englobados dentro de una gran de denominación origen particular, una marca comercial, que sea la DO de las DO. Es una forma de hacer provincia, de generar progreso y ayudar al desarrollo. No por casualidad esos los municipios con menor tasa de paro y mayor renta per cápita onubense. Somos muy dados a lamentar lo que nos falta, a echar en falta lo que nos escamotean o nos prometen una y otra vez. Quizá también nos correspondería tomar la iniciativa.

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