Hoy hace justo 50 años que una manifestación atravesó las calles de la ciudad de Huelva, reclamando una intervención seria para restaurar estas marismas del Tinto por las que hoy paseamos. Mira. Aquí lo puedes ver, en estos recortes del Huelva Información, que por aquel entonces aún se imprimía en papel. Creo que mis padres estuvieron en esa manifestación, recuerdo que me lo contaron muchos años después, cuando por fin empezó a poderse pasear por aquí, aunque por aquellos tiempos apenas existían un par de árboles medio despeinados y un triste camino de tierra. Creo que aquí, bajo nuestros pies, quedan muchos de aquellos residuos de la industria. No consiguieron todo lo que pedían. Pero sí mucho más de lo que pretendieron hacer con aquellas enormes balsas. Yo no las conocí, más que por fotografías.

Todo esto que ves hoy no estaba cuando yo era niña. Ya te digo: un par de árboles, esos embarcaderos recién hechos, los caminos de tierra. Imagínate: para ir a Palos o a Moguer había que dar toda la vuelta en los vehículos de combustibles fósiles, por las carreteras. Hoy se cruza por aquí en unos minutos. O puedes ir remando si lo prefieres. Este río antes no existía para los onubenses, como si no rodeara la ciudad. Era extraño. Y todos estos árboles los plantaron ellos, los que salieron a manifestarse. Yo no lo recuerdo, pero mis padres me decían que estuvimos aquí varias veces plantando árboles. Era algo así como ilegal, no dejaban entrar, había carteles por todas partes, y vallas. Pero la gente venía igualmente, llegaba con los plantones, se metían e iban sembrando. Poco a poco. Debió ser divertido.

Te cuento todo esto para que no seas tan pesimista: problemas ambientales ha habido siempre. Los de hoy nos parecen los más graves de la historia. Pero aquella gente no lo tuvieron fácil tampoco: nuestros padres vivían rodeados de residuos industriales, tantos que no se podían imaginar cómo deshacerse de ellos. Y lucharon. Mira: en esa placa están los nombres de muchos de ellos, y de las asociaciones. Querían que tú y yo pudiésemos pasear por aquí hoy, ver todos este verde, y esa ría limpia, y a toda esta gente que disfruta de este entorno privilegiado. Y aquí estamos, ¿no? Así que, de alguna manera lo consiguieron. Perdieron algunas batallas, claro. Siempre se pierden batallas. Pero lo que no hicieron fue rendirse. Así que no tenemos excusa, creo. Nos toca luchar por el mañana, por ese mañana que no será nuestro. Pero que será, seguro.

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