La otra orilla

La libertad

La libertad va fundamentalmente de poder tener una vida digna

La libertad es una de las mayores preocupaciones del ser humano. El deseo de libertad está presente en todos nosotros. Somos seres con ansias de libertad.

Desde siempre la literatura, la filosofía y demás disciplinas humanísticas se han ocupado de definir en qué consiste eso de ser libres. Y no digamos la política. Libertad, igualdad y fraternidad son los tres grandes conceptos de la Revolución francesa y, por ende, de los sistemas democráticos derivados de ella.

En los últimos meses la palabra libertad se ha utilizado como eslogan de campaña por la derecha española en las últimas elecciones a la comunidad madrileña. Para la derecha era imprescindible que la ciudadanía madrileña tuviera libertad para ir con o sin mascarillas, para tomar cañas o para estar hasta las tantas en los bares y las discotecas.

Y está bien eso de tomar cañas y de bailar, pero lo que no entiende la derecha española, de los racistas y homófobos de la ultraderecha, mejor no decir nada.

Decía que lo que no entiende la derecha española es que la libertad va más allá, que la libertad va fundamentalmente de poder tener una vida digna, en la que trabajar con sueldos justos, en la que poder amar sin distinción de sexo, en la que poder elegir el país donde vivir sin jugarse la vida en una patera, en la que poder vestir, trabajar y salir con quien sea sin arriesgarse a una paliza; una vida digna en la que poder pasear sin miedo a ser agredida, en la que poder elegir cuándo ser madre; una vida digna que pueda tener una muerte digna. De eso va la libertad.

Cada vez que este país ha avanzado en libertad y derechos sociales, la derecha española se ha opuesto. Se opuso y recurrió la ley de divorcio, se opuso y recurrió a la ley de matrimonio igualitario, se opuso y recurrió a la ley del aborto, se ha opuesto y ha recurrido a la ley de muerte digna. La libertad, para la derecha española, es un eslogan que se reduce a lo tabernario y lo chabacano. Su libertad no entiende de derechos sociales.

No podemos ser libres sin una vida plena y digna. Y eso lleva tiempo, exige luchas y sacrificios. Sin la libertad de ser libres, la libertad queda reducida a una palabra sin sentido y entonces en lugar de libertad es más fácil encontrar rosas en el mar.

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