Los jóvenes de ahora

Me siento muy orgulloso de la valentía y el carácter emprendedor que me ha rodeado a pesar de circunstancias adversas

Soy onubense, andaluz, español, y millennial. Bueno, y ahora al titular la columna como "losjóvenes de ahora", también puedo decir que soy viejo (o viejoven). Soy una de esas personas que nació entre 1981 y 1993. Una generación fuertemente criticada durante muchos añosnis, los vagos, los perezosos, los aburguesados… Qué poco me gustan las generalizaciones y cuánto daño hacen. Crecimos con el inicio de la digitalización y nuestro acceso al mercado laboral estuvo marcado por la crisis de 2008. Veníamos de una época que fue el esplendor del consumismo. Me imagino las conversaciones que se darían en muchas casas. Sería algo así: "Podríamos tener un apartamento en Punta Umbría. Cariño, pero si ya tenemos un dúplex en el centro y estamos a 15 minutos en coche. ¿Por qué no? Dale. Que sea un chalet mejor"; "Oye amor, los viernes por la tarde no tengo cómo ir a las clases de finanzas. ¿Y si compramos otro coche? Pero si ya tenemos dos. No importa. Dale. Y que sea gama alta, nada de tiesos". Vale, en muchos casos no sería así, y después de haber confesado lo poco que me gustan las generalizaciones no voy a ser yo quien lo haga.

No me quiero centrar en los millennials. No voy a llegar aquí como abanderado de una generación completa. Yo puedo hablar de mi experiencia. Y confieso que me siento muy orgulloso de la formación, la valentía y el carácter emprendedor que me ha rodeado a pesar de las circunstancias adversas. Hablemos rápidamente de la siguiente generación conocida como la Generación Z, los nacidos entre 1994 y 2010. Por una parte de la población adulta son descritos como "esta juventud está atontada con tanta maquinita. Una mili les vendría bien". De ellos se dice que son más emprendedores que los millennials. Nos ha jodido. Si la economía y el mercado laboral no se habían recuperado aún con la que cayó en 2008, va y llega el coronavirus. Así que el emprendimiento se está abrazando en ocasiones como única alternativa. Esa actitud la aplaudo. Estamos ante una generación más autodidacta, hecho que se explica en gran parte por el acceso a la información que han tenido prácticamente desde la cuna. Nativos digitales les llaman. Reconócelo, tu sobrino de 5 años maneja el iPad mejor que tú. La parte negativa: esa instantaneidad e inmediatez que llevan de forma intrínseca los integrantes de la Generación Z, trae frustración ante tareas que necesitan más tiempo. Tienen menor capacidad para conservar la atención en aquellas actividades con las que no se obtienen resultados inmediatos. Y dicho esto, me estoy quedando sin tiempo y sin espacio. Y encima veo que he generalizado al hablar de esta nueva generación. Me veo sentado en un banco, negando con la cabeza y diciendo "estos jóvenes no tienen paciencia". Pronto seguiremos hablando de los jóvenes de ahora. ¡Feliz verano!

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