Crónica personal

Pilar Cernuda

No es invento

EL policía municipal se quitó su uniforme, se puso un pantalón y un jersey y se sumó a la manifestación de apoyo a Batasuna en la que se dieron gritos de apoyo a ETA y a favor de la independencia. Después, volvió a vestirse el uniforme de policía municipal. Su actitud no extrañó a nadie: años atrás había sido miembro de ETA, condenado por asesinato.

No es un invento. Nuestro hombre, el policía municipal, tiene nombre y apellido, y probablemente no ha sido el único funcionario municipal que acudió a aquella manifestación. El protagonista de esta historia, tras cumplir la condena -rebajada, evidentemente, le aplicaron el "plan antiguo" con el código que permitía reducciones importantes- consiguió trabajo en un municipio gobernado por el conglomerado político de ETA que cambia de siglas en función de las circunstancias y de los intereses. Son muchos los que han conseguido trabajo de por vida gracias a que el brazo político de ETA tenía y vuelve a tener mando en plaza en varias decenas de ayuntamientos vascos y navarros: otros ex etarras, o que se mueven cerca de ETA, han logrado empleos municipales, que como todo el mundo sabe son empleos vitalicios, tanto si son policías municipales, administrativos, instructores de deportes o barrenderos.

A ANV le pueden mandar un galgo, se fuman un puro con la posible ilegalización. Si efectivamente se concreta, lo que está por ver, los plazos corren muy deprisa y las elecciones se celebran dentro de dos meses y medio; que no nos vengan luego Zapatero y el Fiscal General con la justificación de que el tiempo se les echó encima. Más que se va a echar si continúan remoloneando y diciendo que aún no hay pruebas concluyentes que demuestren la vinculación entre ANV y ETA, entre el PCTV y ETA. No hay peor ciego que el que no quiere ver, pero mientras ellos se toman el asunto con pereza, sin demasiado interés, los amigos de ETA han tomado ya importantes decisiones que no tienen vuelta atrás, han colocado a multitud de simpatizantes que ya no pueden ser expulsados de sus trabajos, han repartido fondos municipales a grupos, asociaciones y fundaciones de su cuerda y, además, pueden continuar en sus cargos hasta que se celebren las próximas elecciones municipales incluso aunque se ilegalice el partido al que pertenecen.

Con el asunto ANV se ha cometido uno de los mayores fiascos de esta legislatura: ETA ha logrado un éxito descomunal y los españoles que defienden la libertad y abominan del terrorismo han tenido que tragar que personas cercanas a los terroristas se vuelvan a sentar en las instituciones y vivan a costa de todos, a costa de los presupuestos generales del Estado.

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