Todo un honor, maestro

Todos le escuchaban atentamente y durante un instante me hizo protagonista al mencionar mi nombre

Huelva rindió un homenaje a Víctor Márquez Reviriego con la colocación de un busto en el denominado Paseo de los Comunicadores complementada con una exposición en el Centro de la Comunicación Jesús Hermida en la que se hace un recorrido sobre su vida profesional. En este acto tuve la oportunidad de conocer al periodista del que mi padre hablaba mucho en casa, ya que era un seguidor de sus crónicas y artículos así como de sus colaboraciones en radio. Márquez Reviriego forma parte de la historia del periodismo en España y al conocerlo en persona me lleve una grata sorpresa, ya que me encontré con un hombre cercano, sencillo en el trato, cómplice con sus compañeros de profesión y agradecido.

Al saludarlo, previamente al descubrimiento del busto para cogerle unas declaraciones en relación al homenaje que se le iba a brindar, me trasladó palabras de agradecimiento por una información publicada días antes en este diario sobre la inauguración de la escultura y también se refirió a uno de mis artículos de opinión, concretamente al que escribí sobre el instituto Rábida, donde curiosamente ambos estudiamos, e intercambiamos nuestros puntos de vista sobre el mismo.

Tras atender a los medios de comunicación y una vez llegó el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, se procedió al descubrimiento del busto, realizado por el escultor Alberto Germán Franco, y llegó el momento de la intervención de Víctor Márquez Reviriego. Todos los asistentes colocados a su alrededor le escuchaban atentamente y durante un instante me hizo protagonista de la misma al mencionar mi nombre y hacerse eco de parte de mi información, a la referida al autor de la escultura. Fue por su parte un sencillo gesto hacia mi persona que para mí significó mucho por venir de él y por la admiración que le tenía mi padre. Desde luego, la vida da muchas vueltas, nunca se me hubiera pasado por la imaginación que llegaría un día en que ese periodista, cuyas crónicas y artículos leía mi padre y comentaba en casa, mencionaría mi nombre en el acto donde Huelva le daba un merecido homenaje.

Márquez Reviriego habló de sus inicios en el periodismo en el desaparecido Odiel y de las personas que tenía de referencia en la ciudad y contó algunas anécdotas. Al finalizar el acto, me acerqué a él para agradecerle el gesto y me dijo que entre los periodistas tenemos que apoyarnos. Todo un honor, maestro.

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