Huelva, ciudad marinera, vive el verano con plenitud, al igual que sus prolongaciones geográficas como, especialmente, Punta Umbría. Corría el año 1939cuando gracias al celo, entusiasmo y generosidad de un gran onubense, que fue marino, almirante de la Armada y alcalde de Huelva, nació en Punta Umbría un Club que elevaría el deporte y la fama de aquel bello lugar, además de las reuniones sociales y muchas de las actividades que dieron brillo a Punta durante muchos años. Me estoy refiriendo a Pedro Pérez de Guzmán. Toda una figura en la historia onubense.

En aquella Punta Umbría, sencilla, casi aislada, a donde solo se llegaba en canoa, y donde después de la venida de los ingleses comenzaban a instalarse familias veraneantes de Huelva, Sevilla, etcétera, el Real Club Marítimo era el centro y eje de la vida social y deportiva del lugar. He escrito seis libros sobre Punta Umbría y siempre el Club fue punto de referencia de una playa paradisiaca.

Han pasado muchos años, estamos en otros siglo y el Real Club Marítimo y Tenis necesitaba de una reforma total, íntegra, que modela una nueva cara hacia el futuro. Un presidente, Jorge Díaz Rivas, y su junta directiva, han dado un vuelco a la imagen del Club.

El sábado día 1 de julio se van a inaugurar las nuevas dependencias del Real Club Marítimo y se va a celebrar la asamblea general de socios. Entre las muchas transformaciones que se han hecho están el bar, el restaurante, la amplia barra, la terraza baja, las cocinas, la sala para personal del puerto deportivo, los cuartos de aseos, la escuela de vela, la terraza de fiestas, etcétera.

Una transformación que va a mostrarnos una nueva imagen del Club y sus servicios, nueva restauración, despensas y habitaciones de administración. Una obra necesaria y que el Real Club precisaba que veremos dentro de unos días gracias a labor de Jorge Díaz y toda la junta directiva que le acompaña en los desvelos de atender todas las necesidades de la sociedad deportiva que por otro lado se extiende al Club de Tenis, con nuevo servicio de restauración. Creo que vale la pena felicitar a quienes se preocupan por el buen nombre y fama de esta Punta Umbría que tantas cosas necesita. Sobre todo amplitud de miras y modernidad en sus proyectos.

Esperemos que estas innovaciones se sumen a tantas otras que precisa y exige nuestro bello pueblo marinero y playa.

El Real Club Marítimo y de Tenis de Punta Umbría es un histórico del lugar y con mucho valor.

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