Una gestión imprudente

No podemos actuar como niños mimados que se creen que lo malo solo les ocurre a los demás

Ayer nos enteramos de que la ministra Irene Montero había dado positivo con el coronavirus y que el vicepresidente Pablo Iglesias estaba en cuarentena. De momento, no sabemos dónde y cómo se infectó, pero no sería ninguna barbaridad pensar, aunque no sea seguro, que fuera durante su participación en la manifestación del 8 de marzo en Madrid. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidenses, los síntomas pueden aparecer en tan solo dos días o hasta los catorce después de la exposición. Por tanto, esa fecha estaría dentro de las posibilidades. No me alegro en absoluto; sin embargo, también creo que si en alguna ocasión se contempló que se aplazaran las convocatorias -lo que tendría que haberse hecho- muy probablemente habría contado con la oposición rotunda de Montero; que habría estado apoyada por las compis del Ejecutivo que se consideran las genuinas y únicas abanderadas del feminismo. Lo grave de este error es que se expuso a muchas personas al riesgo de contagiarse y a que más de una vaya a sumarse a los casos ya detectados. Este hecho es uno de los ejemplos de la mediocre e imprudente gestión del Gobierno de coalición PSOE-UP en relación con la pandemia. Cuando pase todo esto -a saber dentro de cuántos meses- será el momento para echarles todos los rapapolvos a Sánchez e Iglesias, porque ahora lo que toca es presionarlos para que tomen las medidas sanitarias y económicas necesarias para salir lo mejor posible. Por otra parte las autonomías asimismo han de actuar responsablemente. La andaluza, entre otras cosas, tiene su oportunidad de demostrar que así lo hacen con la Semana Santa. ¿Se va a celebrar? ¿Tal como está el patio? ¿Bendecirá las aglomeraciones? ¿Pasará de que no se mantengan uno o dos metros de distancia entre las personas? Las próximas semanas serán críticas en el aumento de infectados, lo que podría llevar a un colapso mayor en hospitales, a precisar aún mayores recursos y a que al final haya que gastar más. Al margen de eso, es muy importante que cada cual, a nivel individual, siga las medidas de prevención, como el lavado de manos. Si los gobiernos e instituciones tienen sus responsabilidades, los ciudadanos también, tanto para con uno mismo como para con los demás, empezando por los seres más queridos. No podemos actuar como niños mimados que se creen que lo malo solo les ocurre a otros. No estamos ante una tontería sino ante algo serio y con todos los visos de que hasta ahora nos han ido ocultando cosas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios