La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Los fascistas, Melilla y la misa

Según Iglesias, la derecha y los 'fascistas' se van a misa después de ir de putas o de celebrar la matanza de Melilla

Una cosa es la crítica y otra el odio. La crítica es un ejercicio racional que expone argumentos, el odio es una emoción que suscita aversión hacia alguien o algo cuyo mal se desea. Según el prestigioso neurólogo Ignacio Morgado "el odio es la emoción más corrosiva porque es la que conlleva un mayor compromiso de dañar al o a lo odiado y a diferencia de la agresividad puede surgir, sin que haya una ofensa personal previa, de creencias y prejuicios muchas veces irracionales, es decir, sin un fundamento lógico".

Lo pensaba al leer lo que tuiteó Pablo Iglesias el pasado sábado tras la tragedia de Melilla: "37 muertos. Ayer se reivindicaba la dignidad democrática europea para justificar el envío de armas a Ucrania. Hoy se agradece a Marruecos su actuación en esta masacre. Meted a los negros en vuestra casa, dicen los fascistas que mañana irán a misa y que hoy celebran este crimen". Ya me pueden decir qué pintan los fascistas en los sucesos de Melilla: en un lado está Marruecos, una teórica monarquía constitucional sobre la que pesan sospechas fundadas de autoritarismo, y en el otro está España, una plena democracia en este momento gobernada por el PSOE y por el partido que fundó el señor Iglesias. Parece que mucho fascista no hay por ahí. Aunque también sabemos que fascista se ha convertido en un gentilicio ideológico aplicable a cuantos no piensan como quien lo utiliza.

Pero no es esto a lo que voy, sino a lo siguiente: según Iglesias los fascistas "que hoy celebran este crimen" y dicen "meted a los negros en vuestra casa", al día siguiente se van a misa. Si difícil es que me digan qué pintan los fascistas en la tragedia de Melilla, más aún lo es imaginar a qué viene lo de ir a misa. Dudo que Mohamed VI, jefe espiritual de los marroquíes y presidente del Consejo de Ulemas, vaya a misa los domingos; y no creo que Pedro Sánchez sea mucho de cumplimiento dominical. Entonces, ¿a qué viene? Pues a identificar el fascismo que celebra este crimen con quienes van a misa y la religión católica. Y a una obsesión del señor Iglesias con lo que hacen los católicos los sábados antes de ir a misa los domingos. Lo mismo, según él, celebran una matanza que se van de putas. No se sorprendan. Lo dijo en Intereconomía cuando tenía coleta: "Me sorprende la derecha española que el domingo se va a misa después de haberse ido de putas el sábado". Si esto no es odio irracional se le parece mucho.

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