Lo cuenta Marañón en su Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo. La Corte y los súbditos esperaban que la reina, francesa ella, diera un heredero a la Corona, pero el tiempo pasaba y el embarazo no se producía. En los mentideros de la villa empezó a circular una coplilla satírica: "Parid, bella flor de lis. / En aflicción tan extraña / si parís, parís a España/ y si no parís, ¡a París!". La monarquía, sea absoluta o constitucional, siempre ha estado en el punto de mira del pueblo. En un régimen democrático, además, la libertad de expresión permite la crítica en el foro político, en los medios informativos y en el conjunto de la sociedad, que se expresa a través de las redes sociales.

Los partidos mayoritarios muestran aún cierta discreción al tratar asuntos que afecten a la imagen real, pero es evidente que la tendencia es la desaparición de los tabúes y el aumento de la transparencia. La izquierda de Podemos y del Partido Comunista, por otra parte, está dispuesta a no desaprovechar ocasión para erosionar la institución monárquica. Pero quisiera ahora poner el acento en la repercusión en las redes de unas declaraciones de la princesa Corinna relativas a supuestas ilegalidades del Rey emérito. Reproduzco dos opiniones de diversa índole recogidas de un grupo de WhatsApp. Abría el fuego José solicitando firmas para una petición de referéndum para la abolición de la monarquía. Yo le contestaba: "No soy monárquico, pero creo que no es momento de meternos en más aventuras. Lo siento, no voy a firmar ni a difundir". José replicaba: "Lo suyo es que el mangoneo esté repartido, incluso en la Jefatura del Estado, y no tener que aguantar la panda de subnormales mujeriegos (él utilizaba otro calificativo) de estirpe gabacha". Yo intervenía justificando mi opinión: 1.- Algunas de las democracias más avanzadas del mundo son monarquías (Suecia, Noruega, Dinamarca, Gran Bretaña) y no se lo cuestionan. 2.- No me importa que Juan Carlos sea mujeriego: es su problema y de su familia. Si ha delinquido, que lo pague como cualquier ciudadano, como su yerno Urdangarín. 3.- Lo de la "estirpe gabacha" es xenofobia ¿no? Puedes expresar tu opinión sin insultos, si me permites el consejo. 4.- A Juan Carlos le "toleramos" porque hubo un consenso y defendió la democracia cuando estuvo en grave peligro". La polémica, con un siglo de antigüedad, vuelve a reverdecer.

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