tiempo de academia

Benito A. de la Morena

Académico de Número de la Academia Iberoamericana de la Rábida

Del cosmos a la irracionalidad

Fue el físico alemán y sacerdote católico belga George Lemaitre, quien en la década de los años veinte del pasado siglo propuso la idea de que el Universo podría haberse iniciado en un determinado instante, a partir de un núcleo muy pequeño, para expandirse ininterrumpidamente desde entonces. Nacía así lo que años después sería conocida como Teoría del Big-Bang o de la Gran Explosión.

…"durante los tres primeros minutos hubo un completo equilibrio termodinámico, pero cuando la pequeñísima esfera empezó a expandirse y a enfriarse con increíble rapidez y su temperatura descendió hasta unos 100.000 millones de grados centígrados y la densidad hasta 100.000 gr/cm3, todos los hiperperones y mesones se desintegraron, se recombinaron las parejas de nucleones y antinucleones, todos los neutrinos y gravitones se desacoplaron de la materia propagándose libremente... cuando el Cosmos hubo crecido mil veces más, los quarks libres que se habían convertido en neutrones y protones se combinaron y formaron núcleos atómicos y así se generó la mayor parte del helio y deuterio existente hoy en día, y todo esto ocurrió en el primer minuto de la expansión...".

Se había iniciado la evolución cósmica de un Cosmos desarrollado a partir de una densa concentración de materia hasta llegar a la distribución actual cuyos límites no sólo no se conocen, sino que es tema de debate en la actualidad el determinar si es finito o infinito… "después de los mil segundos, el 75% de la materia estaba constituido por núcleos de hidrógeno (protones) y el 25% por núcleos de átomos de helio (partículas alfa). Los átomos neutros aparecieron de forma abundante cuando la expansión prosiguió durante 300.000 años más y el tamaño del Universo vino a ser mil veces menor que el de ahora…".

Un Universo que continúa expandiéndose en cientos de miles de kilómetros por segundo y del que se sabe que lo pueblan miles de millones de cúmulos galácticos que podían contener cada uno más de un billón de estrellas, separadas cada una por distancias que podrían alcanzar entre los trescientos y mil millones de años luz, siendo un año luz la distancia que recorre la luz en un año, unos 10 billones de kilómetros.

Un espacio intergaláctico inconmensurable en el que el Sol, esa estrella enana de aproximadamente cuatro mil quinientos millones de años de existencia, en continua evolución, se convierte en la fuente de vida de un Planeta llamado Tierra, en el seno del cual se produce un ciclo ininterrumpido de vida y de muerte microbiana, que es el aliento para la aparición de la vida biológica en el planeta. Una vida que ha evolucionado en el tiempo hasta las formas actuales y que su espécimen más desarrollado, el homo sapiens, ha sido capaz, en escasos últimos cincuenta años, de generar riesgos que pueden conllevar a su propia autodestrucción y la de incontables especies con las que cohabita.

"Y la lenta transformación microbiana del planeta continuó en el tiempo hasta hacerlo azul, para admitir en su regazo las formas de vida de las que hoy disfrutamos, formando parte del gran misterio de la Creación".

El astro Sol nos proporciona la energía y nuestra atmósfera, la capa protectora de la vida a los riesgos del exterior, pero será desde el interior de donde provendrían los riesgos para la salud y calidad de vida de los seres biológicos que habitamos el planeta, riesgos generados por un exceso de confort y una ambición desmedida que no ha sabido mantener el desarrollo sostenible que el Planeta precisa...

Estamos en un nuevo milenio, hay quien ya lo llama el de la globalización y, como en toda nueva "gran travesía", los objetivos se marcan en base a los resultados obtenidos del periodo anterior, pero no del correspondiente a mil años atrás, quizás ni tan siquiera cien años, tal vez tan sólo de los errores y aciertos cometidos por los seres humanos en décadas muy recientes, con los grandes procesos de industrialización, carrera armamentística, deforestación masiva, cultivos agrícolas intensivos, transgénicos, energías renovables, cambio climático, uso abusivo del agua...

Virtudes y defectos derivados de la noble o ruin ambición de seres humanos y menos humanos que haciendo un uso interesado de la moral, de la ética, del intelecto, la inquietud, la perseverancia..., han planificado la vida del Planeta dentro de un orden sin valores que aún no ha conseguido el beneficio de la mayoría.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios