Ansia viva

Óscar Lezameta

olezameta@huelvainformacion.es

Nos hemos 'coronao'

Con el coronavirus se mezcla una sociedad que no quiere informarse con una profesión muy dada a la catástrofe

Si uno mezcla una sociedad que parece reacia a informarse y a una profesión proclive a ser cuanto más estridente mejor, sólo hace falta un bichito para desatar el cataclismo en el que vivimos desde hace semanas. El personal huye de la información seria; para qué consultar un medio de comunicación con profesionales a su cargo, con personas que verificamos cada dato que escribimos y que damos miles de vueltas a cada información que publicamos, si cualquier idiota con un perfil en Facebook sabe más que nosotros. Para qué ponerse a ver a un experto, seguramente aburrido, si Belén Esteban suelta un par de gracietas sobre los cuernos que se ponen unos desocupados en una supuesta isla en el quinto pino.

Sé de lo que hablo. Esta misma semana lo comprobé. Una señora me llamó alarmadísima a la redacción para preguntarme si había riesgo para la salud de su hijo, al que no había mandado al colegio, si lo mezclaba con el resto de guajes con los que suele compartir su vida. "Le llamo porque sé que ustedes no alarman", me dijo. Después de quitarle dramatismo al caso, le pregunté si su hijo había estado recientemente en China o en Italia y si tenía algún síntoma preocupante, fiebre, tos o similares. Me contestó que no y le aconsejé (no se si llegó a hacerlo) que vistiera a su vástago y lo soltase a la calle porque estaba más sano que una piedra.

Le agradezco la llamada más de lo que ella se imagina y la entiendo perfectamente. Recuerdo que le dije que "la verdad es que si uno se asoma a la televisión, entiendo que está acojonadita viva". Y esa es la segunda pata del problema, la que nuevamente vuelve a ponernos en la picota. No hay nada más que aventurar una posible tragedia, para que nosotros nos encarguemos de que tenga proporciones apocalípticas. Nos pasa en todo. Desde la política con el advenimiento del fascismo o del comunismo chavista, hasta un crimen del que proporcionamos detalles que nos ha contado una vecina de la víctima y fustigamos al presunto autor tan pronto como nos lo echamos a la cara. Lo peor es que no aprendemos. No importa las veces que nos hayamos equivocado, porque algunas estrellas del periodismo no se equivocan jamás.

Por cierto, para esa señora y para todos los que tienen a bien leerme. Hay poco riesgo de que usted se infecte con el coronavirus. Si lo hace, lo más probable es que lo que pase sea poco más que una gripe. Lo que pasa es que eso tiene mucho menos interés y ese es el verdadero drama.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios