Con más o menos ganas, mañana empiezan el nuevo curso los niños de Primaria. Y este año se inicia con una buena noticia para los onubenses en general. La Junta de Andalucía ya ha encargado el proyecto para la construcción de un colegio en el Ensanche Sur, esa ambiciosa urbanización de más de un millón de metros cuadrados, desde el Muelle del Tinto hasta las Marismas del Titán, iniciativa del anterior equipo de gobierno municipal y que camina con pasos lentos.

Ferrera, vocal de la Comisión de Educación de la Cámara autonómica, fue el encargado de difundir esta información y solamente le faltó tirar cohetes o fuegos artificiales mientras lo hacía. Por supuesto, y oportunamente, aprovechó para repasar los éxitos y los esfuerzos del Gobierno andaluz en el avance de la educación en nuestra Comunidad. Los fracasos, dirán lo socialistas, que los cuenten los populares. De modo que sólo la gente con sentido de común, con o sin afiliación política, como siempre, será capaz de ver las luces y las sombras de ésta o de cualquier otra iniciativa.

La existencia de un colegio en esta zona satisface una de las muchas necesidades de la población onubense que, cuando mira a la ría, no lo hace solamente buscando puestas de sol, sino tratando de encontrar allí los servicios mínimos que se precisan para disfrutar de verdad de esos atardeceres. Esta licitación del proyecto, aunque llega tarde, ofrece una luz esperanzadora para el Ensanche. Tener ya designadas a las empresas que se ocuparán de redactarlo y de la que se encargará del estudio geotécnico abre, además, expectativas entre el vecindario de Pescadería, que tanto ha crecido en los últimos años y carece de zona escolar. Apreciando la consecución de este primer paso, es lamentable que las luces que ofrece no sean tan potentes como para iluminar a las sombras.

Ni la propia Administración ni los socialistas onubenses, que tanto defienden la educación pública, han sabido explicar cómo sin disponer las familias que viven en el centro de la posibilidad de elegir un colegio público para sus hijos (no existen en esta zona), la primera parcela escolar se destinase a un centro privado concertado que incluso ya cuenta con su proyecto desde entonces. Es de valorar que quienes estén pensando en instalarse en el Ensanche Sur dispongan de la doble oferta educativa: pública y privada (aunque siga siendo superior el número de plazas privadas que públicas). Es criticable pedir aplausos por hacer lo que se tiene que hacer.

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