D ESDE hace muchos años los ciudadanos de Huelva venimos reclamando que Huelva no puede vivir de espaldas a su ría, desde muchos ámbitos se ha vinculado el futuro turístico de Huelva a tener un balcón accesible a los márgenes de la ría y que la vida de la ciudad sería más agradable si este espacio se integrara en la ciudad.

Hoy podemos decir que estas peticiones han sido atendidas y con acierto, tanto el Ayuntamiento con la adaptación del PGOU como la Autoridad Portuaria de Huelva han sabido estar a la altura de las circunstancias, especialmente en lo que al Puerto de Huelva compete como propietario de los terrenos, pero sobre todo por haber realizado millonarias inversiones a cargo de sus presupuestos para dar respuesta a las demandas de la ciudad que la acoge.

De esta manera hay que reconocer la puesta en valor de la margen de la ría desde el renovado muelle de descarga de minerales hasta el monumento a Colón, una magnífica restauración de unos espacios especialmente degradados y que se ha sabido transformar en uno de los más demandados paseos de los onubenses, integrándose en la ciudad a través del Ensanche y transformando el entorno del estadio nuevo colombino en un espectáculo de naturaleza para los ojos del visitante, quizá con la única pega del diseño de los bares y restaurantes del paseo, único error a mi entender del diseño de este proyecto.

Ahora comienza la segunda fase, quizá la parte más importante, que se pondrá en funcionamiento en los próximos meses y que empieza con el desalojo de los antiguos tinglados de los exportadores de mariscos y su reubicación en el nuevo proyecto de la Ciudad del Marisco, lo que al margen de las magníficas instalaciones construidas y la recuperación de esta zona de la ciudad, supone la liberación de un nuevo espacio de una belleza natural indiscutible en la ya se ha previsto un proyecto de reutilización que definitivamente creará el tan ansiado balcón de Huelva a su ría, la transformación de esta parte de la ciudad supone la creación de una nueva imagen en donde el peso de la circulación de personas y el florecimiento de negocios puede suponer el impulso definitivo que esta ciudad necesita para ser una visita obligada de los miles de turistas que se acercan a nuestras playas, hasta ahora con el referente turístico del sol y playa de nuestra costa.

Debemos reconocer la labor iniciada por los diferentes directivos del Puerto de Huelva y actualmente a su presidenta y equipo técnico, por saber continuar con este concepto puerto-ciudad que está a punto de culminar respondiendo de esta manera a la demanda que en su día le hizo la ciudad. Ya falta menos para que el sueño de una Huelva asomada a su ría sea una realidad, con zonas de ocio, espacios para actividades náuticas y todo compatibilizado con la explotación industrial de las actividades propias del puerto, de nuestro puerto.