Tribuna

cinta Ortega

Una celebración convertida en pesadilla

LO que tenía que haber sido una celebración de un cumpleaños se está convirtiendo en una pesadilla...Y todo por la grabación de un vídeo, no se aún si con una intención sana o sin ella, pero lo que sí me consta es que se grabó de manera ilegal, ya que los asistentes desconocíamos que estábamos siendo grabados, al igual que de forma parcial, ya que no se graba toda la secuencia de lo ocurrido, sino tan sólo la parte dañina. Ese vídeo sacado fuera de contexto puede dar lugar a muchas especulaciones, tal y como está sucediendo. Y entiendo que pueda ser así en la descontextualización que del mismo se hace.

Pero lo que sucedió en realidad fue que el pasado sábado algunos amigos pertenecientes a distintas hermandades de Huelva estábamos citados para asistir a un cumpleaños de uno de los de ese grupo en un bar de esta ciudad. Simultáneamente, en el mismo bar se encontraba otro grupo, también perteneciente al mundo cofrade. Llegó un momento, ya finalizando la noche, con ese bar ya cerrado al público, en que ambos grupos se empiezan a interrelacionar. Es entonces cuando una de las personas asistentes, conocedora de mi devoción por Nuestra Señora de la Esperanza, me llama a mí para, en un ambiente totalmente sano, de amistad y dentro de los piques que, aunque no sean adecuados, existen en la realidad, cantarme la famosa sevillana que ha circulado por las redes sociales. No existe en momento alguno intención de dañar ni a Nuestra Señora de la Esperanza ni a los hermanos de la hermandad de San Francisco. Pero lo que no se graba es mi respuesta, que no fue otra que más o menos, decir que desde la hermandad de San Francisco no existían sevillanas así hacia María Santísima de la Victoria, que se tendría que ver quiénes eran los que se picaban. Es decir en ese momento, Nuestra Señora de la Esperanza tuvo réplica y defensa, si lo queremos expresar así. Esa, mi contestación se hizo también en el mismo tono amistoso existente a lo largo de la velada. Tras esa contestación las personas que estaban cantando la sevillana conflictiva callaron y pidieron disculpas.

Puede que esta no sea una explicación para muchos, pero esa es la única realidad de lo sucedido. No hay más que un pique sano, sin ninguna otra intencionalidad. Simplemente, se pretendió gastar una "mala" broma a la persona que escribe...

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