Caleidoscopio

Vicente Quiroga

De carreteras

ESTÁ visto que en materia de comunicaciones o para entendernos mejor de carreteras, en Huelva no ganamos para sustos y las carencias, las ausencias y las complicaciones, en lugar de solucionarse, que sería lo propio, se nos ponen cada vez más cuesta arriba. De antiguo -y hay toda una panoplia sobre el problema, expuesto ampliamente aquí- venimos evidenciando cuales son los déficits que esta provincia padece, ya que, desde hace bastantes años, no se hace una carretera, no se ultiman enlaces necesarios ni se emprenden desdoblamientos que el aumento del tráfico demanda a gritos.

Unos días atrás exponíamos aquí la situación de los trenes en esta provincia y las limitaciones de las comunicaciones ferroviarias, con escandalosas deficiencias en Huelva, afectada por la dejación de los responsables de estas comunicaciones y la inanidad de los políticos responsables de demandar para esta tierra las mejoras urgentes que pregona un presunto desarrollo que aquí no nos llega. En este capítulo, como en el que ahora nos ocupa de las carreteras, podríamos transcribir muchos párrafos de esas columnas en las que hemos denunciado tan penosa situación, con la convicción de que la permanencia en tan lamentable situación demuestra su vigencia absoluta. Curiosamente se ha dicho por políticos de distinta militancia, empresarios, economistas y analistas de la realidad socioeconómica de esta provincia que las carreteras constituyen uno de los "pilares de la economía onubense". Hace muy poco tiempo se publicaba en nuestro periódico un estudio de la Universidad de Huelva probando "que una de las materias en las que debe trabajar la provincia para impulsar su desarrollo es en las infraestructuras". Concretamente el catedrático de Análisis Geográfico Regional, Juan A. Márquez manifestaba: "es urgente que Huelva salga de la isla… es necesario si queremos articular la región y conectar la provincia a otra limítrofe".

Éste, que es un estudio gestado durante el mandato de José Martín como secretario general de UGT en Huelva y ahora alcalde de Aljaraque, además de recomendar la mejora de muchas de las infraestructuras onubenses, juzgaba "necesaria la carretera Huelva- Cádiz", que para algunos es como nombrarles la bicha. A las muchas asignaturas pendientes: desdobles de la N-435, de las carreteras Almonte-Matalascañas, Huelva-Mazagón, establecimiento de la comunicación vial por Cádiz -para la que parece existir una implacable oposición-, enlaces con las playas del litoral occidental y otras infraestructuras viarias que articularan mejor la comunicación en el Andévalo y la Sierra, algunas en situación tercermundista, hay que unir ahora la apertura de la autovía de la llamada Ruta de la Plata, sin terminar los enlaces con Santa Olalla. Resulta irrelevante que se autorice el uso de esta autovía dejando aislados a 31 municipios de la Sierra de Huelva al no estar concluidas sus conexiones y sin que esa nueva comunicación con el norte cuente con vallas protectoras que evite el acceso de animales y todo por acabar la obra antes de las elecciones. Una muestra más de la escandalosa chapuza nacional y de un evidente aislamiento que nos sigue manteniendo en el subdesarrollo. Algo que parece ignorar quienes se aferran a opciones políticas que olvidan a Huelva. Como de costumbre.

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