La otra orilla

Javier Rodríguez

Los caraduras

No recuerdo quien dijo aquello de que "quien tiene menos de tres contradicciones es un fundamentalista y quien tiene más de cinco un caradura".

Me viene a la cabeza la cita porque he visto por ahí más de una comparación entre los talibanes y la ultraderecha española y me parece que es una comparación incorrecta, los primeros son unos fundamentalistas a los que no se les conocen contradicciones, los segundos, nuestros fascistas patrios, unos caraduras populistas que, en general, dicen una cosa y hacen la contraria.

Denuncian insultos a los católicos y acto seguido mandan al carajo al papa y se mean en el "fui extranjero y me acogisteis" del Evangelio. Dicen defender España por encima de todo y a los españoles por encima de todos pero odian a la mitad del país y le sobran todos los españoles que no responden a su idea de "buen español": católico, heterosexual, blanco, anticomunista. Dicen que están en contra de "los chiringuitos", las subvenciones y las prebendas mientras no paran de pedir de todo eso para los suyos. Denuncian la precariedad de las pensiones más bajas y la situación de los trabajadores más precarios pero votan en contra de la mejora del sistema de pensiones y de la subida del Salario Mínimo Interprofesional. Critican la subida de la factura eléctrica pero se oponen a la regulación de los precios y la intervención estatal en los mercados. Dicen luchar contra la corrupción pero no dejan de poner trabas y de oponerse a investigar los casos conocidos de esta e instaurar medidas que la prevengan en el futuro.

Puede que los confundamos con los fundamentalistas talibanes porque donde sí se muestran férreos en la defensa de sus valores en todo aquello que tenga que ver con la negación de la realidad: son firmes en su convicción en que no hay que acabar con la violencia machista, en negar la crisis migratoria global y la necesidad de que todo el mundo arrime el hombro para ayudar, en la defensa de los privilegios y las desigualdades, en la negación del cambio climático y los gravísimos problemas que este ha empezado a generar.

Ese es el núcleo duro de su identidad, de lo que se vota cuando se les vota: la defensa de los privilegios y de los intereses de los que con sus prácticas provocan el desastre ambiental y social, todo lo demás es el populismo barato de unos caraduras que virarán de sentido si les viene bien a ellos o a los intereses que defienden.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios