S I son ustedes fieles lectores, como espero así sea, de este periódico -y de esta sección-, ayer pudieron enterarse del acto que, el jueves pasado, protagonizó Vicky Martín Berrocal en Sevilla. Vamos, por si acaso desconocen la cuestión, no era sino la puesta de largo de una nueva revista que Rocío, la hermana de la diseñadora, acaba de estrenar en el mercado con Vicky como portada. La sevillana estaba espectacular con su ceñido traje negro y yo, obnubilado ante su presencia, durante el ratito en el que conversamos me puse al día de una actualidad laboral que pasa, para qué vamos a andarnos con rodeos, por el paro.

Concluidas sus colaboraciones con La familia Mata y Channel nº4, nuestra protagonista espera el ofrecimiento de un proyecto acorde a sus aptitudes profesionales. "He trabajado con dos grandes, como Boris y Ana, y ahora lo que necesito es algo que a mí motive, algún espacio que yo misma conduzca y donde pueda desarrollarme. Es cuestión de esperar y tener paciencia", me contaba mientras recordábamos aquellos tiempos pasados en los que, sólo mencionar la presencia de una cámara, la asustaba. De hecho, en la entrevista interior de Cool Mgzn, nombre de la publicación que amadrinaba, ella misma declara cómo de manos de su ex, Manuel Díaz, apareció tímidamente en este mundo de la farándula y la manera en la que, "sin deberle nada a nadie", ha ido creciendo.

Bromeando, de pronto apareció su amigo Sergio Morante quien, después de la desaparición de Aquí hay tomate, también se encuentra estudiando ofertas que, es probable, lleguen después de Semana Santa. "Confío en mi representante", explicaba el presentador almeriense incansablemente a todos los que, interesados en su presente, le preguntaban por su futuro. Sergio, valiente, decidió abandonar su colaboración en Contraportada, de Canal Sur TV, y apostar por la aventura nacional en Tele 5 que, aunque durara menos de lo que hubiera sido deseable, puede ser una buena oportunidad para seguir creciendo. Al fin y al cabo, de eso se trata, ¿no?