La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Al borde de la catástrofe en Saint-Denis

Francia tira balones fuera, o al otro lado del Canal, pero sus autoridades son las primeras responsables

Entre los errores de las autoridades y fuerzas de orden público francesas, los de la UEFA, la marginalidad de Saint-Denis desbordándose y robando entradas, carteras y móviles, y las entradas falsificadas de muchos hinchas ingleses -en una escala de responsabilidades- se pudo provocar una catástrofe. Para las autoridades y gran parte de la prensa francesa los culpables son los hinchas ingleses. "Millares de hinchas británicos, sin entradas o con falsas entradas, forzaron los accesos atacando a veces a los empleados", dijo el domingo el ministro del Interior. Afortunadamente hubo quienes le respondieron: "Esta explicación que culpabiliza a la irresponsabilidad de los hinchas británicos resiste mal frente a los innumerables desmentidos de los periodistas británicos y de muchos otros testigos que aseguran el comportamiento calmado y la temprana llegada de los aficionados ingleses" (Jerôme Latta, Le Monde). Entre esos testigos están los madridistas que sufrieron los efectos de la mala organización, los envites de la Policía y las agresiones de los pandilleros.

Ayer desde los ministerios de Deportes e Interior se culpó sobre todo a la desorganización inglesa y al fraude masivo de entradas, admitiendo solo que la actuación de la Policía fue desproporcionada, la incidencia de la huelga de transporte y los asaltos de los delincuentes de Saint-Denis. Para recalcar la culpa británica resaltaron que "no ha habido ningún problema por el lado español". ¿No? Que se lo digan a los madridistas agredidos.

Aunque no lo quieran admitir, las responsabilidades mayores corresponden a las autoridades francesas por los errores logísticos que originaron peligrosos cuellos de botella con miles de aficionados atrapados o la actuación policial excesiva. A lo que hay que sumar la catástrofe social de Saint-Denis, zona afectada desde hace años por gravísimos problemas de marginación y delincuencia -un gran gueto de inmigración- que las autoridades no han podido resolver pese a múltiples intervenciones, como las realizadas con motivo de la Copa Mundial de 1998 para la que se construyó el estadio, que se han demostrado insuficientes. "Sismógrafo de todas las tensiones sociales del país" llaman al departamento Sena-Saint-Denis. Vean el documental 9/3, memoria de un territorio de la cineasta Yamina Benguigui y sabrán por qué.

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