Los ambientes culturales onubenses parece que están en auge. Nos ofrecía, hace días, Huelva Información la noticia de que un grupo de onubenses se reunía para acordar poner en marcha lo que pretende ser el nuevo Ateneo de la ciudad.

La noticia, por su carga cultural, es prometedora por cuanto contribuye a seguir despertando esa pasión por la cultura que tanto significa en el progreso de esta tierra.

La llegada del Ateneo marca la línea que ya por dos veces tuvo la ciudad y que por diversas circunstancias no tuvieron la continuación deseada. Tras un primer intento, en la década de los treinta, tuve el honor de participar como fundador en el movimiento cultural desarrollado en los años 50 del pasado siglo. Después de varias reuniones y conferencias que ofrecimos en el Círculo Mercantil y Agrícola de Huelva, nos decidimos a fundar el Ateneo. Con un criterio de dotar a la ciudad de un eje cultural de importancia y a los desvelos del recordado y prestigioso médico onubense don Francisco Vázquez Limón, se nombró a la primera Junta Directiva, siendo el doctor Vázquez Limón nombrado presidente del Ateneo, correspondiéndome a mí el cargo de secretario general de la institución.

En la Biblioteca del hoy desaparecido Círculo Mercantil, en la calle Ricos, formamos nuestro cuartel general y en ella manteníamos las reuniones para programar las actividades culturales a desarrollar. El celo y la gran capacidad intelectual de Vázquez Limón hicieron que el Ateneo tuviera un éxito y un gran impulso en las tareas iniciales.

Fueron aquellos años de numerosas exposiciones, charlas, viajes y sobre todo de la creación de un grupo intelectual que movía los resortes culturales onubenses.

Durante muchos meses, en las décadas de los 50 y 60, el Ateneo funcionó con entusiasmo pero con la marcha de muchos directivos por motivos profesionales y traslados, las actividades fueron decreciendo. Sin subvenciones y con un número de socios reducido, las actividades fueron bajando. Y como pasa tantas veces, el Ateneo fue languideciendo, mientras que otras fuerzas culturales iban emergiendo. De los que iniciamos aquella idea ateneística ya quedamos pocos, nos alegramos enormemente de esta idea que resurge en Huelva como el Ave Fénix y le deseamos el mayor de los éxitos.

Un Ateneo es siempre una casa de cultura, de desarrollo intelectual y de cambio de ideas en el estudio y en la observación.

Su vinculación universitaria y su juventud a través de las nuevas generaciones, son los caminos más fuertes para su existencia y prosperidad. Bienvenido sea.

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