LA TRIBUNA

Manuel Gómez Marín

La ambición del Decano frente a un San Roque retador

Un derbi provincial con la prioridad de ganar para potenciar también el impulso anímico. El declive y hundimiento del Decano trae estas consecuencias en esta caída libre a los suburbios del fútbol con secuelas de depresión y a la vez que fortalece el ego de sus rivales que difícilmente hubieran previsto este disfrute de oportunidades. El San Roque da valor a la categoría, su techo deportivo. Juanma Pavón, su entrenador y recreativista de cuna que vivió en compañía tiempos caóticos como jugador y entrenador, ahora se presenta en el Nuevo Colombino con un extra de motivación por su pasado y considerando que la opción es propicia para romper una dinámica negativa fuera que dura cuatro meses sin puntuar desde sus dos victorias seguidas en Sevilla y en Vélez.
Si la mayor ilusión del equipo de Abel Gómez es el desafío de ascender cuanto antes al fútbol profesional para restablecer su estatus, el límite superior de sus contrarios es la viva complacencia de saborear una victoria por estima ante una referencia del fútbol nacional. La distancia de 13 puntos marca los objetivos de ambos, si bien el rival más débil aflora otro instinto en esta cita, que difiere de la realidad sufrida en la zona baja. El equipo lepero no convoca a su afición en su propio campo con las excepciones por el morbo ante Recreativo y Getafe, pero seguro que habrá más presencia en la capital como un detalle competitivo y sentimiento de satisfacción.
El Recreativo tiene mucho que perder y está obligado a reafirmar los buenos resultados en pleno proceso de reestructuración de su plantilla acorde a sus pretensiones. El San Roque llega aupado en la euforia, crecido y convencido ¡vamos metiendo miedo! El Decano es lo más grande de la provincia, pero vive su hábito de penitencia asumiendo esta serie de ejercicios de castigo en categoría impropia con el propósito de la acción y efecto de colgarse el milagro de alcanzar al líder.

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