La luz más resplandeciente es la que brota del corazón, cada mes de agosto, con la llegada de ese día en celebramos la fiesta de la Asunción. No es una tradición, es mucho más. Es dar sentimiento a un día en que esta Andalucía, Tierra de María, eleva su corazón en las devociones mas intima de sus creencias.

El pueblo llamó a esta fecha "el día de la Virgen de Agosto". Un nombre muy genérico porque en la creencia de nuestra fe sobre la Asunción de María Santísima a los cielos, incorporamos en nuestras fiestas tradicionales de todos los pueblos las más diversas advocaciones a la Madre de Dios.

En nuestra provincia de Huelva, se ha vivido la Asunción con todo el esplendor y la alegría. Funciones religiosas, procesiones, algunas marineras, embarcando la imagen de la Virgen, fiestas populares en multitud de lugares y de ambientes de expansión veraniego propio de la estación que vivimos.

El quince de agosto es sin duda alguna el día de la Virgen de todos, porque bajo cualquier nombre Ella está presente en el recuerdo, en la memoria, en la conciencia de sus hijos.

Desde la Sierra hasta el mar toda la provincia ha sido un altar veraniego para la Virgen de Agosto y en ese altar una vez más se pusieron todas las promesas de sus devotos hechas suplicas y plegarias.

La gran fecha agosteña tuvo días antes un maravilloso prólogo de devoción mariana. Fue en Palos de la Frontera, donde desde el Monasterio de Santa María de La Rábida, los palermos portaban la imagen de la Virgen de los Milagros para llevarla hasta la Iglesia parroquial de San Jorge, donde se celebraron sus cultos anuales.

La Reina de las Américas y de la Evangelización del nuevo continente, abandona su casa conventual para unirse en estrecho lazo de amor con su pueblo.

Y podríamos poner también un epílogo a esta gran celebración del día 15, y es la que vivimos en Punta Umbría con ese paseo procesional que la imagen de la Virgen del Carmen cuando recorre la mejor avenida de su pueblo: la Ría.

Vamos a pasar el ecuador del verano. Del 16 de julio al 15 de agosto se centran las fechas más apasionantes del estío. Ahora, nos queda el transcurso de una larga temporada hasta septiembre, en que en sus inicios volverá a relucir la estrella del sentimiento mariano para que la capital desde su altar del Conquero ilumine sus tradiciones sinceras.

Desde la creación de la Diócesis de Huelva, el sentimiento de devoción a la Virgen se afianzó en una perfecta organización para celebrar y exaltar a esa Virgen de todos con la solemnidad de unos cultos y la alegría de unas fiestas, que son signos claros y evidentes de una devoción que honra a nuestra tierra onubense y andaluza.

La Asunción de la Santísima Virgen queda para siempre en nosotros como ese paso de la tierra al cielo en la esperanza de la protección y salvación de todos los fieles que acuden en petición de auxilio y ayuda.

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