La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Violencia en busca de causa

Racismo, independentismo, 'hooliganismo' de izquierda, derecha o deportivo son pretextos para su violencia

Hay una violencia que preexiste a la causa que la desata. Está en el carácter de los individuos esperando que algo los aglutine. A veces esta unión es episódica y a veces el aglutinante lo endurece en forma de régimen. Los violentos preexistieron a las pandillas de camisas negras y pardas: el fascismo y el nazismo les permitieron cuajar primero en partidos y luego en gobiernos. En lo episódico cuando esta violencia latente encuentra una causa se desata, arrastrando consigo a quienes protestan pacíficamente y cargados de razón contra alguna injusticia, abuso de poder o -como en el caso de George Floyd- un asesinato policial.

Da igual que la causa sea de extrema gravedad -el racismo-, gran complejidad social -los chalecos amarillos franceses-, anacrónica -el independentismo catalán- o deportiva -las broncas de los hooligans antes de un partido o tras una victoria-. La respuesta de destrucción de mobiliario urbano, pillaje de comercios y otras formas de vandalismo son tan idénticas entre sí como los "uniformes" de quienes a ello se dedican.

Quienes se manifiestan pacíficamente en justa y necesaria protesta antirracista tras el asesinato de George Floyd, a la que se ha sumado la muerte de Rayshard Brooks, nada tienen que ver con quienes lo aprovechan para saquear y destruir. Las malas bestias antisistema de extrema derecha que en Londres se enfrentaron el sábado a la policía con violencia extrema, diciendo defender las estatuas (entre ellas la de Churchill) que atacan las malas bestias antisistema de extrema izquierda, están más del lado de la violencia nazi contra la que luchó Churchill que del primer ministro cuyo monumento dicen defender. Por muy patriotas británicos que se digan no son herederos del histórico primer ministro sino del líder nazi inglés Oswald Mosley y del rey filo nazi Eduardo VIII que afortunadamente abdicó en 1936.

En España los podemitas se apuntan a la moda anti estatuas. La presidenta de los comunes en el Parlament, sumándose a iniciativas de la CUP, pide que se quite la estatua de Colón de Barcelona "para que la ciudad no mantenga su reconocimiento hacia una figura que hizo posible la colonización de unos territorios con el genocidio". Concluyendo: "No me representa, como Felipe VI". Teresa Rodríguez se ha sumado añadiendo a cuantos tuvieron que ver con la esclavitud. Lo siguiente será retirar los cuadros de Velázquez. Tuvo un esclavo.

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