Villa Rosa

No hay acuerdo pero tampoco se toman medidas para evitar que se produzcan daños que sean irreparables

De nuevo, un verano más, ardieron las laderas del Conquero y el fuego llegó hasta Villa Rosa, un edificio catalogado, abandonado desde hace años a su suerte, que presenta un gran deterioro. Hacia esta construcción se dirigen todas las miradas de las personas que caminan por la avenida Manuel Siurot para disfrutar del paisaje desde el mirador natural del cabezo y se paran durante un instante, llama la atención el mal estado del inmueble, que se ubica en un lugar privilegiado.

Pasan los años y todo sigue igual, todo queda en una mera declaración de intenciones, no se avanza en la protección del patrimonio arquitectónico de la ciudad ni en los pasos que hay que dar para llegar a ello, todo se queda en punto muerto y se acrecienta el deterioro en construcciones emblemáticas de la ciudad como ésta, ante la desidia y el abandono.

Hace una década se aprobó en el Pleno del Ayuntamiento de Huelva, a propuesta de Izquierda Unida, que el inmueble pasara a formar parte del patrimonio municipal, llegándose para ello a un acuerdo con los propietarios a través de una compensación en base a la tasación de la vivienda. Después de diez años aún no se ha llegado a un acuerdo.

Además, proponían desde Izquierda Unida en la moción que este edificio, una vez restaurado, se convierta en un centro de interpretación arqueológica, vinculándolo con el acueducto romano y la Fuente Vieja.

Villa Rosa es una vivienda unifamiliar de dos plantas, de principios del siglo XX. Está incluida en el Catálogo de Edificios, Elementos y Espacios de Interés, con un grado de protección estructural, lo que conlleva la conservación de la estructura del inmueble con el objetivo de mantener la configuración espacial interior. Se permite modificar estancias pero sin tocar muros de carga, crujías o cubierta.

Ha pasado ya una década desde la aprobación de la moción de Izquierda Unida y el edificio aún no es patrimonio municipal y, lo que es más preocupante, su deterioro es cada vez mayor. Han desaparecido elementos ornamentales del acceso al porche, parte de la fachada posterior y en distintos puntos de la construcción, el recubrimiento exterior, quedando a la vista los ladrillos. Aparte, faltan tejas en la techumbre así como puertas y ventanas.

No hay acuerdo pero tampoco se toman medidas para evitar que se produzcan daños en la construcción que sean irreparables.

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