La noticia la publicó nuestro fraternal periódico Málaga Hoy. Una profesora de un instituto de un pueblo litoral malagueño fue increpada por un alumno en la puerta de la clase al grito de "aquí no pasas porque eres una fascista". La criatura tiene ya más años que yo, mide uno noventa y tiene un expediente cargado de faltas graves y expulsiones. Un matoncillo de discoteca amparado en la inicua Ley del Menor, a cuyos autores Belcebú confunda. Resulta que la antedicha profesora es militante del partido Vox y a este muchachito esto le parece insoportable. Si el partido de la profesora hubiese ganado las elecciones, imagino que esta señora estaría a estas horas escondida en un agujero en el desierto del Sahara. Pues así anda una parte de nuestros jóvenes y así camina la pobre patria infeliz, otrora conocida como España. ¿Y quién ha envenenado a estas criaturas? ¿Quiénes los han adoctrinado hasta el punto de intimidar y amenazar a quien no piensa como ellos? La respuesta es variopinta. Hoy se adoctrina esencialmente desde la acorazada mediática audiovisual, que en España oscila entre ser de izquierdas y de extrema izquierda en un 90%.

Una prensa, radio y televisión que en España no tienen parangón con ningún país europeo en cuanto a sectarismo y fanatismo se refiere. La cobardía patológica y la ceguera irreversible de la derecha social, económica y política ha dejado el campo libre para que los otros manejen los cerebros de nuestros jóvenes a placer. También se adoctrina en casa. Los hay que utilizan a sus hijos como mascotas y los envenenan a troche y moche. Una cosa es que uno tenga unas ideas y trate de transmitírselas a sus hijos, nada que objetar, y otra es jibarizar el cerebro de los hijos hasta que no pasen de decir si bwana.

El tercer escenario de adoctrinamiento insoportable, por ser la Administración pública, son los colegios e institutos. Conozco el paño y afirmo que la mayoría de los profesores son dignos profesionales que no mezclan enseñanza con adoctrinamiento, pero hay una minoría, no corta, que no pierde oportunidad de instilar gotas de veneno en el cerebro de sus alumnos.

La última en un pueblo del noreste almeriense. Una profesora de Lengua que para su clase de sintaxis escoge las siguientes frases: "El PSOE ha ganado las elecciones, aunque tendrá que pactar con otros partidos". "Los fascistas han acabado derrotados en las urnas y yo me siento muy feliz por eso". Pues yo, deplorable profesora, me siento muy feliz de saber que la van a expedientar por ser indigna de su profesión. Sus alumnos se defendieron fotografiando la frase y dándole publicidad. Le salió mal. Que le aproveche la cicuta.

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