La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Vacuna no significa relajación

La normalidad, en el mejor de los casos, no llegará hasta final del verano. Es un tiempo de esperanza sin relajación

Vivimos el principio del fin. La vacuna existe, es eficaz y ya está aquí. O está empezando a estarlo. Pero es también el momento más delicado. Por el cansancio de llevar diez meses en guardia de total o semirreclusión, distancia, mascarillas, hidrogeles y aforos que invita a la relajación. Y por la llegada de la vacuna, que también invita a la relajación. Los especialistas advierten de una tercera ola en enero y la nueva cepa circula por España (en Andalucía ya tenemos casos). La buena noticia del inicio de la vacunación puede convertirse en mala si anima esa relajación a la que el cansancio y la llegada de la vacuna invitan. Por lo que los últimos días de este funesto 2020 y los primeros meses de 2021 podrían describirse con el famoso inicio de Una historia de dos ciudades de Dickens: "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. La edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero nada teníamos".

Porque si la realidad de la vacuna abre la puerta a un tiempo mejor de triunfo de la sabiduría (en este caso la científica) y de creencia en ella, si ya hay realidades que aseguran la victoria de la luz de la normalidad sobre las tinieblas de la pandemia, si miramos la primavera y el verano como una esperanza, también la combinación de los comportamientos individuales irresponsables, las dudas de las autoridades para seguir insistiendo en medidas impopulares pero necesarias y el largo tiempo necesario para que la vacunación inmunice a la mayoría de la población pueden conducirnos a esa locura irresponsable, incredulidad negacionista y tinieblas de una tercera ola llevándonos a un invierno de desesperación.

En coincidencia con los más prestigiosos expertos el biólogo García Sastre del Mount Sinai de Nueva York ha dicho: "Si todo va bien, la gente se vacuna y no existen grandes problemas logísticos para administrar las vacunas, la mayor parte de los países europeos y Estados Unidos tendrán a finales de la primavera un número suficiente de gente vacunada para que los contagios sean menores a los que son ahora y se pueda hacer ahora una cierta vida normal". La normalidad real, en el mejor de los escenarios, no llegará hasta finales del verano. Es un tiempo de esperanza sin relajación.

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