Visiones desde el Sur

Transparencia (IV)

Hastiados tienen sus señorías a los españoles, a quienes se deben, para quienes trabajan

Prosiguen nuestros parlamentarios, cada miércoles desde que comenzó la pandemia, la representación de una nefasta obra teatral, de un circo, de un infausto y contraproducente guion -que pareciera estar escrito por un país enemigo de España y de su integridad como nación moderna y democrática, basada en una Constitución que es de todos, con unos símbolos que son de todos, y con unos derechos y unos deberes que nos comprometen a todos-; prosiguen… decía, sus señorías, dividiendo a España en partes irreconciliables, escupiendo bilis cada vez que se suben a la tribuna de oradores, sin calibrar las adversas consecuencias de sus acciones e importándoles una higa los problemas reales que nos afectan en estos críticos momentos, y, lo que es peor, sin tomar decisión alguna sobre el páramo venidero: sobre el secarral que nos espera en los meses y años que se avecinan.

Debo reconocer que, a quien firma esta columna, le da vergüenza oírlos, mirarlos en su vana cohetería, en su postureo insoportable -maquillaje incluido- en la tribuna de oradores del Congreso, dedicados exclusivamente a derribarse unos a otros… a insultar al contrario, a vilipendiarlo, llegando incluso en su trifulca de barra tabernaria, a nombrarse a los padres o el árbol genealógico del otro, despreocupándose por completo de los problemas que nos acosan.

Es tal la desidia que me embarga, manifestaba, que les estoy perdiendo el respeto, miren ustedes. Así de hastiados tienen sus señorías a los españoles, a quienes se deben, para quienes trabajan y quienes les pagan, dicho sea de paso. Una desgracia la incompetencia de la que hacen gala una semana sí y la otra también, sus dignísimas señorías. No humillen más nuestras inteligencias, por favor.

Sr. Casado y Sr. Abascal: El Gobierno que preside el Sr. Sánchez es un gobierno legítimo -tanto como los de las comunidades autónomas o los ayuntamientos en los que ustedes gobiernan-. Ustedes han perdido las elecciones generales, entérense de una vez, y lo que deben hacer ahora, es ayudar para que los españoles salgan de este maldito entuerto. Punto. Porque, si no, no estarán siendo leales con España ni patriotas, esa palabra que no se les cae de la boca.

Sr. Sánchez: El ministro del Interior es un excelente juez, su brillante hoja de servicio así lo demuestra, pero está resultando ser un político con poca cintura y puede que con un algo de soberbia, asunto que tarde o temprano deberá resolver. (…)

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