A paso gentil

antonio brea

Tecnócratas

Nos parece de una ingenuidad sin límites la concesión de semejante bicoca a intelectuales tan opuestos

Aunque uno se supone ya curado de espantos, no deja de ser víctima del desconcierto ante las circunstancias previas al estreno, el próximo mes de septiembre, del programa Andalucía, un pueblo con historia, en Canal Sur Radio. Para quienes aún no conozcan el asunto, es necesario precisar que dicha novedad en la parrilla de la radio pública andaluza, nace en el marco de un convenio firmado, el día 28 de julio, por el director general de la RTVA y el vicepresidente de la Fundación Blas Infante, para impulsar y divulgar el conocimiento de nuestro pasado común.

Como andaluz, historiador y docente, no puede parecerme más loable el propósito del acuerdo, que contempla además la utilización de los contenidos como material didáctico para el profesorado y plantea como objetivo que las emisiones lleguen a una amplia audiencia, en especial de personas jóvenes.

Lo que descoloca es ver, en el equipo científico del espacio radiofónico, a investigadores cuyas simpatías políticas se alinean de modo resuelto, más allá de su manifiesta valía académica y profesional, con la izquierda más pura. Un perfil que no desentonaría si en nuestra comunidad autónoma gobernara una coalición similar a la que lo hace a nivel estatal, pero que es especialmente chocante, teniendo en cuenta que llevamos casi tres años escuchando una y otra vez que los destinos de los habitantes de las ocho provincias han pasado a estar regidos por un legendario trifachito.

A los seguidores de Radio Nacional de España y Televisión Española que padecemos su creciente falta de objetividad bajo el poder de Sánchez, nos parece de una ingenuidad sin límites, por parte del moderado Gabinete de Moreno, la concesión de semejante bicoca, en los medios públicos bajo su control, a intelectuales tan opuestos. Un ejercicio de pluralismo que sería sin duda saludable si todos hicieran lo mismo, aunque bien sabemos que no hay territorio en el que no ocurra lo contrario

Esta posibilidad del bisoño despiste altruista es una de las explicaciones factibles a tan extraña situación. Las otras dos resultan bastante más inquietantes para los votantes de centro y derecha que dieron su confianza a las dos fuerzas que cohabitan en San Telmo: o bien ambas son incapaces de encauzar Canal Sur o, simplemente, rehúyen las argucias más elementales del juego partidista. De ser cierta esta última hipótesis, se confirmaría el temor de muchos paisanos que apostaron por el cambio: el del vacío ideológico de un Gobierno de acusada vocación tecnócrata.

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