La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Siempre los primeros en pobreza

Para Andalucía, en aquellos años, latifundios, folclore y turistas. ¿Y después? Más folclore y más turistas

Lo leyeron ayer en este diario: los cinco municipios con menor renta de España son andaluces (El Palmar de Troya, Iznalloz, Albuñol, Huesa y Pruna: dos de Sevilla, dos de Granada y uno de Jaén). Y ahí no queda la cosa. Entre los siguientes diez municipios con menor renta, ocho son andaluces (Arboleas, Turre, La Mojonera, El Cuervo, Jódar, Badolatosa, Montejicar y Fuente Vaqueros: tres de Almería, dos de Sevilla, dos de Granada y uno de Jaén). En resumen: de estos quince municipios, 13 son andaluces. A nadie sorprenderá que los treinta municipios con mayor renta de España sean todos, sin excepción, catalanes (16), madrileños (9) y vascos (4) más uno valenciano.

¡Pobres catalanes y vascos, tan maltratados por todos los regímenes centralistas o autonomistas, monárquicos, republicanos, dictatoriales o democráticos! Ya se ve lo mal que les va y les ha ido siempre. Incluso bajo el franquismo, que con una mano reprimía su lengua, su cultura y su independentismo y con la otra favorecía su desarrollo industrial premiando a su emprendedora burguesía alineada con el régimen. Incluso, en el caso vasco, respetando privilegios forales. Valga un ejemplo referido a Álava y Navarra: "El hecho diferenciador entre estas dos provincias y otros territorios de España fue la baja presión fiscal que pudieron mantener las dos únicas haciendas forales que preservó la dictadura franquista como pago por el apoyo recibido durante la Guerra Civil" (de la Torre y García-Zúniga, Entre el Mercado y el Estado. Los planes de desarrollo durante el franquismo, Universidad Pública de Navarra). A lo que, en el caso catalán, se puede sumar el recuerdo de la entrada de las tropas franquistas en Barcelona en las memorias de Esther Tusquets: "Había mucha gente aclamándoles desde las aceras. Mi padre, que no había pisado la calle desde hacía casi dos años, me sostenía en alto para que viera desfilar a la tropa. Mi madre gritaba el nombre de Franco con un entusiasmo que yo le vería manifestar en muy contadas ocasiones a lo largo de su vida... Los míos recibían a Franco como a su salvador, y para ellos lo fue". Supongo que de estas cosas no se hablará a los escolares cogidos entre las leyes de Celaá y de Memoria Democrática.

Para Andalucía, en aquellos años, latifundios, folclore y turistas. ¿Y después, tras 40 años (1979-2019) de gobiernos socialistas? Promesas incumplidas, más folclore y más turistas.

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