Mis inicios en el mundo laboral (y los de mi hermano) fueron muy distintos a los de la mayoría de mis compañeros de la universidad. Al salir por la puerta de la facultad de La Merced nos preguntamos qué podíamos aportar al mundo, cómo podíamos dejar nuestro sello, qué podíamos hacer para unir trabajo y afición, cómo podíamos llegar a vivir de lo que nos gustaba. También nos preguntaríamos qué tocaba de comer ese día. Vamos, las inquietudes típicas de la juventud, ¿verdad, adultos que nunca fuisteis jóvenes?

Se nos ocurrió entonces crear una revista digital de temática tecnológica. Pero no una revista digital cualquiera. Era una publicación interactiva que se disfrutaba en tabletas y móviles. Una revista que incorporaba galerías de imágenes, vídeos y hasta juegos. Era la p**** (como el órgano reproductor masculino), la verdad. Aún hay gente que me pregunta "oye, ¿cómo os va la página web esa?". A lo que alguna vez respondo: "No es una página web, es una revista interactiva". "Bueno, sí, sí, eso. Lo que sea". Muchas personas, incluso de nuestro entorno más cercano, no entendían bien qué es lo que hacíamos. A qué nos dedicábamos. Por un lado puede que te frustre que tu tío Manolo no sepa muy bien a qué te dedicas, pero por el otro piensas que lo que estás haciendo es diferente (o disruptivo, como dirían los que tienen un máster en LinkedIn). Así que dices "ole yo" y te sientes orgulloso. Qué rico hijo. Eso de sentir orgullo por el trabajo que desarrollas es de lo mejorcito que hay (siempre por debajo de las croquetas de puchero, claro). ¿Por qué te cuento todo esto? Pues porque esa aventura de la revista terminó, pero ahora hemos iniciado otra creando un club de Esports. Y si a alguno le costaba entender qué hacíamos antes… Imagínate ahora [Pausa de 10 segundos, que me ha entrado la risa]. Lo cierto es que, en parte, sorprende que un sector como el de los Esports que facturó el pasado año más de 1.000 millones de dólares y que tuvo 495 millones de espectadores sea aún desconocido en nuestras calles. Los Esports o deportes electrónicos se podrían definir como competiciones de videojuegos (por lo general son multijugador). Hay géneros de todo tipo: juegos de deporte como el FIFA, de rol, de estrategia… Con el paso de los años se han convertido en una nueva forma de entretenimiento tal y como ocurre con el deporte tradicional. Al igual que puedes ver un partido de fútbol del Real Madrid, también puedes ver un partido del equipo Mad Lions que juega la Liga Europea del videojuego League of Legends. ¿Dónde? Pues a través de la plataforma Twitch. Y te contaré que aunque las partidas se juegan online, se celebran muchos eventos presenciales que son exitazos, llegando a llenar lugares como el Palacio de los deportes de Madrid. Quizás la madurez completa del deporte electrónico llegue cuando se haya conquistado del todo al jugador ocasional y cuando 2 de cada 5 personas en la calle no te respondan "un nuevo producto de Apple" a la pregunta 'qué son los Esports'. Que no sé si alguien ha respondido alguna vez eso, pero molaría.

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