silla de palco

Antonio Mancheño /

Segurísimo

Pegado a una pared, resalta el lema de campaña socialista para las Autonómicas del próximo día 25 de Marzo y, la verdad, no sé si sorprenderme o esconderme en un refugio, ante el mensaje que pretende transmitir. Como si Andalucía fuera un vergel y especialmente Huelva, el paraíso perdido de Miltón, sobre el engrudo luce una mortal rejón: "Por el camino seguro". Vota Psoe.

Froto mis ojos ante tal ironía y presiento en mi alma al ser que se rebela. No hay nada más manido, nada con más caliche ideológico, ni nada más tronchante.

Los he visto mejores. Ahora, en una situación desesperada, el spot es una traición a sí mismo. Una coartada para tapar su desesperación. Hubo una época en que el mensaje callejero propiciaba la llamada a las urnas del colectivo socialista. Era fresco y risueño.

Este de hoy no hay por donde cogerlo. Mal, muy mal, deben estar los comunicadores de imagen para ofertarnos un cartel tan roñoso y opaco. Tan radicalmente opuesto al mensaje que pretende captar. Uno, que es viejo en estas lides, recuerda las primeras campañas de imagen y el grito cartelero en las tapias de la Casa Colón. Un espectáculo con tintes de festejo democrático y un pulso a la creatividad y la imaginación.

Felipe pintaba en los afiches: "La libertad está en tu mano", "tu voto es nuestra fuerza" o el escueto y directo, for Usa, "por el cambio". Desde ahí, toda una maquinaria sociológica al servicio del marketing para impactar al ciudadano. Los cartelistas han logrado plasmar motivos soñadores, festivos, evocadores, oportunistas, provocadores y como no, tediosos y reiterativos. De todo hay.

Unos y otros, en general, se han sometido al esquema programático. Carrillo con sus leales camaradas. González, pregonero del socialismo rosa. Suárez con el centro y, Fraga, con la derecha democrática. En cada uno de ellos hubo una chispa, un atractivo plástico y burbujeante. La ciudad era una pinacoteca política. Todo un enjambre de consumado arte.

Lo del "camino seguro" parece, cuando menos, una torpeza magistral. Andalucía no está para que la toreen a cartelazo limpio. Sumida en la cota más alta de paro de España, con un déficit público que supera los cuatro mil millones de euros, paralizado su desarrollo industrial, sus inversiones en infraestructuras, olvidada en los campos de la investigación, sumida en el subdesarrollo tecnológicos y desertizada la innovación, es lamentable que no se encuentre otro señuelo publicitario. Creíble y llamativo.

Lo de Huelva, no tiene nombre. La situación es clara: se vende, se arrienda, se traspasa. Esta es la realidad. Fuera quedan, el plus por desempleo y la nada. Es cruel, lo sé, pero la Junta protectora y dichosa, durante treinta años, no ha sabido, querido, hallar un horizonte de futuro. No ha encontrado la necesaria fortaleza para alcanzar las prometidas "cotas de prosperidad".

Por eso, creo que, después de escandalosos timos, eres y mangazos, el "camino seguro" nos conduce al abismo. Segurísimo. Y pido, una oportunidad, cual Platanito, please. Y olé.

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