La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

Sánchez abusa de la posesión del balón en el Senado

Primer cara a cara de las generales sin Campo Vidal ni palomitas en una Cámara Alta que decían que era inútil...

Sánchez atiende a la intervención de Feijóo en el Senado

Sánchez atiende a la intervención de Feijóo en el Senado / Efe (Madrid)

Cada vez menos niños en las ciudades. Las guarderías tienen demasiadas plazas libres y hay que tener enchufe para obtener una en una residencia de la Tercera Edad. El Estado tiene más dinero que nunca en las arcas. Suben las pensiones y el salario mínimo interprofesional. ¿Quién pagará la cuenta que al final siempre llega? Reparte, reparte con generosidad las dádivas este Gobierno no ya generoso, sino espléndido en el año electoral. Todos queremos más. Y tanto. Pero quién pagará mañana los gastos de hoy. Quién asumirá el coste de los titulares positivos que a todo gobernante le encanta generar. Nos advierten por varías vías de la escasa sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones, nos alertarán en los próximos días (ya lo verán) del impacto de la subida del salario mínimo en esos sacrificados autónomos que tienen empleados a su cargo. Nos avisan de tanto, como de las nefastas consecuencias de la ley del Sólo sí es sí, pero suena el tam-tam electoral y la clase dirigente se vuelve loca, poseída, enajenada.

Nadie dimite, aunque haya muertos en la frontera, mentiras probadas y delincuentes en la calle por efecto de una nueva ley. La coalición no se resquebraja, aunque entre ellos se manden callar (ay, aquella Irene Montero muda en una rueda de prensa en la Moncloa) o se pisen los anuncios de esas denominadas acciones de Gobierno (como el presidente ayer con el salario mínimo privando del annuntio vobis a Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y necomunista perfumada). No hay nada que una más que el enemigo común y... el poder. ¿Cuándo se verán en otra los de Podemos? ¿Cuándo los bilduetarras y los separatistas catalanes y vascos? ¿Cuándo han tenido cogido como ahora a un Gobierno de España? Nunca. Por eso dan igual los muertos, las mentiras, los enormes gastos que nos endeudan en nombre del Estado del Bienestar, concepto manipulado a conveniencia con el debido barniz de populismo.

En un país que no admite matices por su permanente estado de crispación y porque hasta los magistrados lucen la camiseta de los partidos políticos, cualquier crítica a la subida de ciertos gastos se entiende como un ataque al Estado del Bienestar. Y enseguida sale el merluzo de guardia hablando de ricos y pobres. Habrá Gobierno hasta el final. Ayer tuvimos el primer debate de las generales. Fue en el Senado. Y decían que la Cámara Alta era inútil... Sólo faltaron Campo Vidal y las palomitas. ¡Cómo abusa el presi de la posesión del balón! Ni la España de Luis Enrique, eliminada en octavos...

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