¿Quieres parecerte a tu 'selfie' con filtro?

Con algunos filtros de Instagram o Snapchat tengo que reconocer que me veo muy guapo. Que me suavicen las arrugas y me quiten las ojeras parece que me sienta bien. Aunque admito que soy más de filtros con caras de animales. La llama escupiendo me sale perfecto. Pues bien, hoy hablaremos de ese primer grupo de filtros: los filtros belleza. Así de primeras puede parecer un tema demasiado trivial. ¿De verdad este hombre escribe en el periódico sobre filtros en redes sociales? Sí. Y te diré el motivo (si me sigues leyendo).

Las redes sociales pueden llegar a potenciar los complejos de algunas personas a causa de la visualización de las vidas idílicas de los demás. Por cierto, todo (o casi todo) mentira. Ya sabes, en las redes mostramos lo que queremos mostrar. Que pienso yo que los días de mierda también merecen su espacio. Aprovecho para romper una lanza por ellos. Bien, pues por si esto fuera poco, hace escasos años comenzaron a popularizarse los filtros de Snapchat e Instagram. Son divertidos, es innegable. Pero este tipo de filtros con labios bien gruesos, pieles artificialmente (y virtualmente) estilizadas está provocando un trastorno en multitud de adolescentes los cuales quieren llegar a parecerse a su selfie con filtro. Es lo que se conoce como dismorfia de Snapchat. Chicos, y sobre todo chicas, dispuestas a llamar a la puerta de una clínica de cirugía estética y sentarse en un quirófano para verse en el espejo tal y como se ven en su último story de Instagram. En esta ocasión he querido contar con una voz autorizada como la de la psicóloga Estrella Mesa-Masa, quien me puntualiza que la dismorfia de Snapchat como tal no existe en ningún manual médico, pero sí la dismorfia corporal, y se trata de una percepción anómala o errónea del propio cuerpo. "La dismorfia como síntoma puede llegar a derivar en un trastorno en sí mismo, en caso de que dicha preocupación o error en la percepción del cuerpo llegue a convertirse en una obsesión. Las personas que presentan estos síntomas lo que ven y perciben en su cuerpo son características con las que no están conformes, defectos que pueden provocarle preocupación y ansiedad. Es por eso que hacer uso de filtros de belleza, por un lado, son un medio de evitación de la propia realidad de la persona ya que nos ofrece lo que nos gustaría ver (imágenes con un desenfoque, labios más prominentes, disminución del tamaño de la nariz, color rosáceo de la piel sin necesidad de usar maquillaje…), pero en el fondo lo que provoca es una agudización de esa disconformidad con nuestro propio cuerpo". Además, Estrella me explica que "el uso de filtros provoca un placer inmediato sin apenas esfuerzo, sólo el clic o tap de un botón haciéndonos obtener una recompensa en el momento pero que a la larga puede llegar a generar frustración, obsesión e incluso insatisfacción con nuestro propio cuerpo debido a que no es real".

Padres y madres, más filtros de con gorros ridículos y caras de cerdos. Los mal llamados filtros belleza no son ningún canon de belleza.

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