Cosas que pasan

Ricardo Castillejo / Rcastillejo@grupojoly.com

Querer más que conocer

LA semana pasada me dijeron algo que me encantó y que, según confesaba mi amigo el periodista Cristóbal Cervantes, él heredó de Isabel Fayos. Por lo visto, una vez se encontraron ambos en cierto evento y, ante la inesperada sorpresa, la cantante afirmó: "Nos queremos más que conocemos". Isabel, que ofrecerá el viernes un concierto a beneficio de la Fundación Genus en la sevillana Sala Chicarreros de Cajasol, regaló una linda reflexión que comparto ahora con ustedes y que me viene a la cabeza mientras pienso en la inauguración que esta tarde tiene prevista la cordobesa, y paisana, Juana Martín.

A la diseñadora, desde el momento en el que la he conocido, la aprecio. Hay algo que me une a su vitalista forma de ser. Víctima de las destemplanzas propias de esta época del año, Juana ha descansado poco y ha trabajado lo indecible para que todo esté a punto esta noche de gala en la que abre las puertas de su establecimiento.

Ella, nacida bajo la sobria y elegante mirada de la Mezquita, busca nuevos paisajes donde llevar un concepto de moda que incluso se ha paseado desde la calle de Alcalá a la madrileña pasarela Cibeles. Como en la canción, esta mujer sonríe descará y con la falda almidoná enamorando con las flores de sus trajes de flamenca pintados a mano. Igual que hace con el resto de colecciones que ampara bajo su sello, que cuenta con incondicionales de todos los sectores sociales.

Por eso no me extraña que cumpla las previsiones y, en el local, esté previsto se den cita personajes como el matrimonio de Arantxa del Sol y Finito de Córdoba, Manuel Lombo, Pastora Soler o Rafael Medina, hijo de Nati Abascal que, mañana sin ir más lejos, también abre establecimiento cerca del de la Martín. De éste aún no tengo demasiados datos pero, si resisten su hambre informativa unas horas, en este mismo espacio quedarán reflejados.

Por lo demás, suerte a los nuevos empresarios a los que animo con la máxima de Concha Piquer al reconocer que, en cuestión de negocios, "si no hay dinero, no me divierto".

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