La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

Puntillazo a la Fiesta en San Telmo

¿Por qué la Junta no atiende a la norma que permite los festejos sin 1,5 metros de distancia pero con medidas alternativas?

Todo indica que nos quedaremos sin temporada taurina en Sevilla. La Fiesta perderá un abono fundamental en el arranque del calendario para los aficionados. La Ley 2/2021, publicada en el BOE el pasado 30 de marzo, es muy clara, pero los políticos con competencias en la materia no la cuentan entera en las ruedas de prensa. Establece la distancia de metro y medio entre espectadores en el artículo 14, pero ese mismo precepto dice en su final: "Cuando no sea posible mantener dicha distancia de seguridad, se observarán las medidas de higiene adecuadas para prevenir los riesgos de contagio". Y no hay que ser muy lumbrera para preguntarse cuándo no es posible: nunca. Entonces, ¿acaso no se podría referir el legislador al afirmar "cuando no sea posible" a la inviabilidad económica, esto es, a la rentabilidad necesaria para hacer posible el espectáculo? Por algo deja el autor del precepto la puerta abierta. Y por eso la empresa de Sevilla, como puede ocurrirle a otras en breve, ha ofrecido un plan que incluye no sólo la reducción al 50% del aforo, sino la realización de pruebas de antígenos (previa instalación de una carpa), el reparto de mascarillas FPP2, la apertura permanente de determinadas puertas para que corra todavía más el aire, la supresión de venta de bebidas, etcétera. Me resulta cuando menos llamativo que nadie caiga en que la norma permite esta posibilidad. Y más me llama la atención que el señor consejero de Presidencia dijera lo que dijo esta semana: "Este Gobierno no puede entrar en si le salen o no las cuentas a un empresario". ¿Cómo es eso, Elías? El Gobierno tiene que atender ese extremo y muchos otros. Claro que tiene que hacerlo y no ejercer de puntillero del espectáculo. ¿O acaso no lo ha hecho con los hosteleros, ante los que ha dado clamorosos pasos atrás corrigiendo su propia normativa? ¿No debe el Gobierno apurar la normativa para promover, divulgar y proteger la Fiesta? ¿No debe velar, siempre sin salirse de la normativa, por un sector económico del que vive tanta gente? ¡Qué chorrada es esa de que un Ejecutivo no debe preocuparse por las cuentas de un empresario! ¡Ay, pero si Elías es el más listo del Gobierno! Y menos aún se puede realizar semejante afirmación con el codo apoyado en el atril como el que está en la barra de una taberna. Pues nos quedaremos sin toros en Sevilla mientras los trenes vienen cargados de pasajeros, recordamos la Navidad con las calles marcadas por las lucecitas, la Junta fomenta los viajes con bonos turísticos y blablablá. Y eso que una plaza de toros es un recinto perfectamente controlable. ¡Menos mal que el Gobierno andaluz apoya la fiesta y a los empresarios! Tururú.

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