El Puerto de Huelva representa la más genuina identidad de la capital, la más emblemática, nunca mejor dicho. Figura en su propio escudo: Portus Maris et terrae custodia (Custodio del mar y de la tierra). Eje fundamental y neurálgico de su economía en la pesca, en la industria, en las minas, en el comercio, en el transporte, en el turismo, en su máximo desarrollo económico y social. Representa, hoy más que nunca, el más firme potencial de las actividades industriales de esta provincia. El puerto onubense, el quinto de España por sus infraestructuras y volumen de tráfico, nos acaba de brindar otra grata noticia de índole cultural y artística: ha recibido la donación de diversos dibujos -sus bellísimas plumillas- del reconocido diseñador de arte industrial José Bacedoni Bravo, lo que habla del notable interés y sensibilidad de la Autoridad Portuaria por el ámbito de la creación artística tan magníficamente representada en este caso.

Se trata de una espléndida carpeta de un formato singular que contiene una serie de grabados que plasman espacios que han formado parte de la historia del Puerto de Huelva, los muelles de viajeros, de Tharsis y de la Compañía de Rio Tinto, la vieja pescadería, el Monumento a Colón, todo ello integrado en una bellísima colección que representa una singular muestra del gran artista y creador que es José Bacedoni. Como afirma en su introducción la Presidenta de la Autoridad Portuaria, Pilar Miranda: "Presentan escenas de la vida portuaria con un tinte histórico. Casi todas nos trasladan a la primera mitad del siglo XX. El Puerto de Huelva tiene una ubicación privilegiada para el desarrollo de sus actividades comerciales pero también ha sido lugar de encuentro y disfrute de la población".

José Bacedoni, que muestra con su respeto y profundo agradecimiento a la presidenta de la Autoridad Portuaria, Pilar Miranda, las atenciones recibidas y la felicita por su eficaz gestión, al frente de un gran equipo de profesionales, así como a Ana María Mojarro, por el interés que ha dedicado a este trabajo, recuerda sus ocho años de intensa dedicación en lo que entonces era Junta de Obras del Puerto, siendo su director el inolvidable Juan Ignacio Gálvez Cañero, trabajando como delineante y supervisor de obras y seguimiento técnico del edificio social así como las naves de la Pescadería, carreteras y ferrocarriles. En la Oficina de Dibujo tuvo como compañeros a Emilio Gil Domenech, su maestro en la ya desaparecida Academia José Antonio, por quien entró en la institución portuaria, así como Julio Díaz Caro. El autor manifiesta sus mejores y más fervientes deseos para el Puerto que es desearlo para la ciudad y para la provincia. La presidenta de la Autoridad Portuaria destaca que "a través de estas iniciativas pretendemos poner en valor el arte onubense y su vínculo con las señas de identidad de Huelva que forman parte de nuestros espacios portuarios".

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