Los lectores que tienen la amabilidad de seguirme a través de esta sección de Surcos Nuevos conocen bien -y quiero creer que comparten- mis opiniones en lo referente a la extrema penuria de las instalaciones de Huelva capaces de alojar exposiciones artísticas de determinadas dimensiones. La comparación, tal vez odiosa pero necesaria, con otras ciudades españolas o andaluzas hace resaltar aún más las clamorosas carencias. Las salas de la Casa Colón, la Sala de la Provincia de la Diputación, la del Centro Cultural José Luis García Palacios, la del Rectorado de la Universidad y algunas más son preciosas y están muy cuidadas, pero adolecen de falta de dimensión para exposiciones de tamaño importante. Solo el Museo de Huelva posee salas con el tamaño necesario para albergarlas y de hecho en él han podido admirarse en el pasado algunas excelentes organizadas por Latitudes, el Otoño Cultural Iberoamericano (OCIb), Cepsa…

Así sucedió hasta que en el año 2016, las mayores salas del Museo en la primera planta quedaron reservadas a la Colección Permanente de Bellas Artes y vedadas a las exposiciones temporales, que debían conformarse con la Sala Siglo XXI y la Sala Cero, mucho más pequeñas. Descendieron las visitas al Museo, que habían crecido gracias a una gestión con visión clara de que las exhibiciones artísticas cobran todo su sentido cuando se programan pensando en el ciudadano. En 2018, con la anterior administración en la Junta, se autorizó y anunció una exposición de fotografía coproducida por el Instituto Cervantes y el Otoño Cultural Iberoamericano, se revocó después la autorización y finalmente, tras vicisitudes varias, pudieron admirarse los admirables retratos de Antonio Gálvez que hoy contempla el público de Moscú.

En el actual 2019 con el nuevo Gobierno se han repetido los problemas y los vaivenes. Finalmente la exposición Luz Iberoamericana se exhibe con solo la mitad de sus fotografías en la Sala Siglo XXI, aunque podrá verse, esta vez en toda su integridad, en la Casa de la Provincia, de Sevilla. Tampoco la Consejería ha facilitado que llegue al Museo Mario Muchnik, el fotógrafo, que en cambio será acogida en otro lugar de la provincia. A la vista de ello emplazamos a nuestras autoridades culturales a un diálogo constructivo para que el viejo Museo de Huelva deje de ir a la deriva y encuentre su rumbo para el disfrute pleno de quienes aman la cultura.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios