Opinión

Jaime / Madruga

Península de Nueva Umbría

CONFIESO que, aunque soy poco dado a guardar cosas de tiempos atrás, me alegra conservar y repasar algunos archivadores con documentos de mi paso por Diputación que José María de Soto Caballero, secretario personal de presidencia y funcionario de la casa a quien nunca agradeceré bastante su apoyo durante mi estancia, me entregó a mi salida. Básicamente: cartas personales de alcaldes con ofrecimiento de colaboración o la exposición de alguna necesidad y petición de ayuda para el pueblo, de presidentes de otras Diputaciones o miembros del Gobierno Central y de la Junta en aquellas fechas, notas de amigos, fotos, invitaciones a ferias, fiestas y competiciones deportivas, etc. Naturalmente, los documentos sobre el fondo de los asuntos pertenecían a la corporación y en sus archivos estarán; pero copias de algunos de ellos sí que incluyó José María, imagino que en la seguridad de mi interés para el recuerdo y, como se verá en esta colaboración, para el conocimiento por los onubenses de la propia historia de nuestras cosas.

Uno de esos viejos papeles que conservo es copia de la convocatoria para la última sesión de la Comisión Provincial de Urbanismo que se celebró en el Gobierno Civil -a partir de ese momento, las competencias las asumió la Junta Preautonómica- el día 8 de mayo de 1979, hará treinta años esta próxima semana, y a la que asistimos entre otros Manuel Martínez Oria, recién elegido alcalde de Lepe, y yo en representación de Diputación. Como primer punto del orden del día figuraba la lectura y aprobación del acta de la sesión anterior, de 6 de abril, y en el acta de ésta consta cómo, por unanimidad de los asistentes, se aparcaba definitivamente el 'Plan Parcial de Ordenación de la Península de Nueva Umbría', en Lepe, tramitado durante varios años por iniciativa de sus propietarios privados. Y como es bastante probable que muchos piensen que el lugar se mantuvo ajeno a los riesgos de la urbanización tan propios de aquellos años 70, y ello no fue realmente así, desde estas líneas quiero traer el dato histórico, al tiempo que testificar y testimoniar a favor de quienes, antes de que llegásemos los democráticamente elegidos -nosotros solo aprobamos el acta de lo previamente acordado-, supieron preservar para el futuro ese irrepetible lugar sobre el que en la actualidad el Ayuntamiento de Lepe estudia y elabora un ambicioso plan de ordenación y aprovechamiento sobre el paraje natural y sus playas; por cierto, con la inestimable colaboración de aquel propietario que hace años vio frenados sus proyectos en beneficio de la definitiva salvación de la península de Nueva Umbría.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios