Pellizquitos y puñaladitas

¿A qué viene que el ministro Luis Planas haya estado ausente en las reuniones con los agricultores?

Imagínese una pareja mal avenida en la que a ambos les gustaría desembarazarse del otro; sin embargo, no lo hacen porque sus intereses o dificultades individuales se lo impiden. Y si seguimos recurriendo a la imaginación podríamos añadir que aunque desean con ganas esa separación procuran mostrarse delante de terceros como si se llevaran estupendamente; vamos, con buen rollito. Eso sí, cuando la ocasión lo permitiera, cada uno le propinaría al otro un pellizco de esos que molestan o una puñaladita para que se vaya desangrando poco a poco y deje de estar presente -metafóricamente hablando-. Confieso que una cosa así es lo que me sugiere este Gobierno de coalición PSOE-UP. Desde que inició esta andadura en enero ha funcionado de esa manera, con un Sánchez contrariado por tener tragarse el pacto y con un Iglesias dándole abrazos que le apetecería que fueran como el del oso; pero intentado aparentar unidad. No obstante, de vez en cuando se aprecian esos pellizquitos y puñaladitas entre ellos, a pesar de ese texto que firmaron acerca del funcionamiento ante los desacuerdos. Lo vimos con el reparto de carteras. Los de UP aireaban quiénes las ocuparían sin esperar a que el presidente lo anunciara. Ahora ha salido a relucir la discrepancia con el ministro del Interior, Grande-Marlaska, en relación con las medidas en materia de inmigración y con las devoluciones en caliente, lo que no es nada extraño porque Iglesias y Garzón tienen que contentar a sus parroquianos. ¿Una fisura en ese acuerdo de no atacarse públicamente? Creo que no, pero puestos a creer hay algo que escama y mucho, y ha sido cómo se están gestionando las protestas de los agricultores. Hago un inciso: recuerdo que cuando Tierno Galván fue alcalde, se comentaba por los mentideros políticos madrileños que su estrategia para granjearse una buena imagen era hacer que los concejales del gobierno municipal se enfrentaran en primer lugar con los problemas, para que así fueran ellos los que sufrieran el desgaste, y que después aparecía él dando las posibles soluciones, quedando como el bueno de la película. Pues bien, esa sensación tengo con el tema agrario porque ¿a qué viene que el ministro del ramo, Luis Plana, haya estado ausente en las reuniones habidas, sin dar la cara, siendo él el que realmente tenía que estar? Sánchez ha actuado como Tierno, e Iglesias, por su ego desmesurado, ha caído en la trampa. Estos episodios seguro que continuarán, como los de las series televisivas. Eso es lo que tenemos.

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