RESULTA tan extraño que el Patronato de Marismas del Odiel, que preside nuestro querido José Juan Díaz Trillo, no haya puesto reparo alguno al proyecto de los puentes de Manterola, la Conexión Metropolitana Sur, el nuevo enlace de Huelva con Punta Umbría, que quizás hubiera sido necesario al menos representar un "paripé" para que el organismo que tiene que velar por ese lugar protegido justificara que es un ente ecologista.

El proyecto del nuevo puente sobre el Odiel fue una idea brillante expuesta por el presidente Chaves hace meses en Huelva, y aquel anuncio le obliga ahora a poner la primera piedra poco antes de las elecciones autonómicas, un hecho que podría ser calificado de electoralista pero que si es para bien, bien será que se haga.

Sin embargo, se echa en falta algo de rebeldía aunque fuera controlada por parte del Patronato de Díaz Trillo para defender el paraje por el que vuelen sus pájaros, aunque Díaz Trillo esté a la espera de que lo metan en la lista electoral de su partido a las elecciones autonómicas.

La ecología en Huelva se ha centrado tanto en la industria como sector, que olvidamos los parajes, de la misma forma que pasamos por encima de las decenas de miles de encinas moribundas por el mal de la seca sin que se nos aceleren los latidos del corazón medioambiental, y estamos a punto de ver cómo destripan la provincia de Huelva con un oleoducto extremeño o miramos los fosfoyesos pero no vemos los vertederos públicos ilegales anexos... Dejamos de ver tantas cosas que a veces parecemos ecologistas raros de una sola batalla, paranoicos de un único afán.