R style="text-transform:uppercase">ecuerdo, a finales de los 80, una cena en La Rábida -cuando se fraguaba el hurto al protagonismo de Huelva en los eventos del 92- cómo ante la reivindicación de los onubenses presentes en la misma, al día siguiente y por boca del entonces comisario de la Expo -luego dimitido- se nos calificó de aldeanos por pedir el papel que por derechos históricos nos correspondía en la efemérides.

Hoy, me retrotraigo a aquella cena con reivindicación afectiva, sentimental e histórica que supuso un insulto colectivo a Huelva para preguntarme: ¿Cómo calificaríamos la ineficiencia -forma políticamente correcta para denominar la incompetencia- de los portuarios sevillanos? ¿Imaginan lo que dirían de nosotros si la situación fuera a la inversa?… Ya está bien de maniqueísmos, "todo es de todos pero la moto es mía"; de prepotentes -no es Majarabique nuestra prioridad-, no acudimos al concurso pero como lo consiguen otros, nos hacen competencia desleal como si ellos pudieran "lanzar la primera piedra". ¿Le preguntamos a la gente de Cádiz, por casualidad, si la generación de una zona franca en Sevilla les gusta o les incomoda? ¿Tenemos por aquí la culpa de que no sean capaces en Sevilla de resolver la cuestión del dragado del río?... Así podríamos seguir pero la conclusión es clara, tienen la suficiencia mediocre pero con un miedo atroz a la competencia.

Se escudan en corredores con otras ciudades, al final cuatro, desdeñando que en Andalucía somos ocho. No, ellos son el ombligo del mundo y los demás poco menos que pueblo portugués; sin embargo, tenemos la gallardía de no menospreciar a nadie pero quienes se van a quedar sin AVE -vayamos convenciéndonos- sin aeropuerto… no vamos, ni debemos renunciar a salir con la cabeza alta de este conflicto sobrevenido por los insuficientes y, desde luego, no aceptemos un arbitraje parcial por parte de nadie. Fuimos al concurso y lo ganamos en buena lid y ante eso no caben medicaciones ni circunloquios sobre agravios. De no ser así, habrá que pensar como ya apuntaron algunos amigos, en ir solos o con nuevos vecinos que mal acompañados y lo digo queriendo a Sevilla -me acuerdo de Antonio Machado- pero Huelva, con todos sus defectos, es intocable y no se la ofende, menos aún por quienes "llorando quieren mamar" de donde no les corresponde. Por fin, los aldeanos tienen razón frente a los paletos portuarios.