Obras de arte en la calle

A las esculturas sin localizar se les debería seguir la pista para que puedan ser de nuevo reintegradas con el resto

Huelva recuperará su Museo al Aire Libre, lo hará con el Plan Turístico de Grandes Ciudades, con la segunda fase del mismo, y se prevé que se empiece a trabajar en ello a partir de mayo de 2023. El conjunto escultural se reagrupará en un solo espacio, el Parque Juan Ceada Infantes, y se podrá volver a disfrutar en su contexto artístico, después de más de dos décadas de ser desestructurado, conformando un nuevo atractivo turístico de la ciudad.

Fue precisamente en la época que Juan Ceada era alcalde de Huelva cuando la ciudad contó con su Museo al Aire Libre, ubicado en distintas calles y plazas del centro. En 1999 se retiraron de la vía pública y no se volvieron a exponer en su totalidad, un año después seis de ellas se colocaron en la Plaza de los Estudiantes, frente al instituto La Rábida, y en 2006 una veintena en el Parque Zafra, instalándose otras en la Casa Colón, Plaza Quintero Báez y calle San Sebastián.

Ahora el Museo al Aire Libre encuentra su espacio en la urbe pero el número de piezas expuestas se verá reducido, ya que quince de las sesenta y dos que constituían el proyecto museístico original, el 24%, están sin localizar. Se desconoce dónde se encuentran estas esculturas, que fueron retiradas de las calles de la capital. Se trata de obras que están identificadas, patrimonio artístico de Huelva, a las que se les debería seguir la pista con objeto de que puedan ser de nuevo reintegradas con el resto, que es para lo que fueron proyectadas.

Onubenses y visitantes podrán pasear, una vez reubicado el conjunto escultural, por el espacio público, más conocido como Parque Zafra, entre obras de arte, informarse a través de la cartelería de las características de cada una de ellas: materiales de las que están realizadas, año de creación y autor.

Conllevará también la recuperación del Museo al Aire Libre una campaña de concienciación y sensibilización ciudadana. Corresponderá, en parte, a los onubenses su conservación, evitar llevar a cabo acciones que puedan dañar las esculturas, de manera que éstas no se utilicen, como ocurre con algunas, como papeleras, asientos, lienzos en los que garabatear o hacer seudografitis, ni como objetos en los que montar a los niños, es decir, todo aquello que uno no hace cuando visita un museo. Se saca el arte a la calle para disfrutar de él no para destruirlo.

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