T. Lojo / HUelva / E.J.Sugrañes / HUELVA

Música cofrade en las escalinatas "Llevo en la Cena desde que se fundó, era yo un niño"Unos estatutos para entretener la Cuaresma

Manuel Sánchez pregonó en el Polvorín y José María López Lepe meditó la pasión en la Esperanza

El ambiente de los preparativos de los costaleros se respiró ayer en la Hermandad del Prendimiento, en cuyas instalaciones tuvo lugar la tradicional comida de convivencia, en la que estuvieron presentes los capataces Juan Manuel Hernández y Antonio Fernández, un acto previo al inicio de los ensayos, que comenzarán el martes, a partir de las 21.30 horas, y se desarrollarán hasta el próximo 4 de marzo. A principios de semana los costaleros ya fueron convocados por los capataces para realizar la 'igualá'.

Fue el de ayer un intenso día cofrade en el que la parroquia Sagrado Corazón de Jesús abría la celebración de la Cuaresma con el pregón cuaresmal a cargo de Manuel Sánchez de la Hermandad de la Sagrada Cena, templo en el que también se celebra el besamanos al Cristo del Amor y a Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas. Hoy se llevará a cabo el traslado del Señor de las Tres Caídas al altar de culto, con lo que empezarán los actos cuaresmales.

Asimismo, la iglesia de Santa María de la Esperanza fue escenario del acto de meditación ante el Cristo de la Expiración realizado por José María López. Presidía la junta de gobierno de la cofradía el hermano mayor José Ortega Madrigal.

La jornada cofrade se cerró anoche en la emblemática plaza de San Pedro. La música fue en esta ocasión la auténtica protagonista, el espacio público fue testigo de los primeros sonidos de las cornetas y los tambores de la mano de la Hermandad de la Borriquita, con la actuación de la Banda 'Virgen de la Salud', agrupación musical dirigida por Fernando Farauste Fernández.

La Hermandad de la Borriquita ofreció este concierto al finalizar, en la parroquia de San Pedro, el triduo en honor de sus titulares. La Banda de Cornetas y Tambores 'Virgen de la Salud' incorpora este año cinco marchas procesionales en su repertorio, dos de las cuales 'Bendición' y 'La cruz gitana' fueron interpretadas ayer por la agrupación musical en su concierto en la escalinata del porche de la parroquia.

Hoy, a las 13.15 horas, la Hermandad de la Borriquita celebrará la Solemne Función Principal de Instituto en la iglesia de San Pedro.

La Hermandad de la Sagrada Cena celebra este año 60 de su fundación, todos esos años ha estado José Vargas en la hermandad.

-¿Cuando llega a la Santa Cena?

-Se funda en 1948 y es entonces cuando el hijo de Baltasar, Lorenzo, a los niños de la calle Miguel Redondo nos apunta. Pero decía que iba a salir en el 49, pero no fue hasta el 51 y muchos se borraron. Era un niño, tenía doce años.

Desde entonces hasta llegar a hermano mayor.

-Lo que yo siempre busqué era trabajar por la hermandad, no me interesaba el ser hermano mayor, pero en el 74 me regalan un pergamino para que siguiera.

-¿Qué hace que cambie de opinión?

-Mi mujer, Mari, me animó, yo estaba cansado, pero me decía no te da pena dejarla. A ella le debo el que haya estado en la hermandad hasta ahora.

-¿Un recuerdo bonito que guarde de este tiempo?

-La primera salida fue muy emotiva y cuando se bendijo la Virgen del Rosario, que yo la había visto hacer de la mano de León Ortega, lo mismo que el paso del Señor en el taller de Miguel Hierro.

-Es también de esfuerzos

-Sí, y hay, además, muchos momentos malos y difíciles.

-¿Pero es de otras cofradías?

-Sí, incluso soy más antiguo en la Esperanza, que era la cofradía de mi calle. También soy del Calvario, en La Misericordia, la Soledad, los Judíos y la Cinta.

-¿Bueno y de otras de fuera?

-Del Rosario de Ayamonte, de Riotinto, de Mairena, de la Sagrada Cena de Sevilla, de Valladolid y de la centuria Romana de Orihuela.

-¿Qué es lo que más le ha gustado de su gestión?

-Fuimos los primeros en tener casa de hermandad, me decían que con preparar los pasos y salir era suficiente. Fue la oportunidad de tener dentro a la gente joven, de acercarla a la hermandad, de crear el coro y la agrupación musical, en lo que también hemos sido pionero.

-¿Algún proyecto?

-He dicho muchas veces que el edificio del Banco de España sería el lugar ideal para hacer el Museo de la Semana Santa.

No sabía el presidente del Consejo cómo entretenernos la Cuaresma y miren por donde va y entrega en el último pleno los nuevos estatutos. La verdad es que todos sorprendidos, los dejó caer ahí al final, como para que nadie se diera cuenta, bueno menos otros letrados que también quieren hablar de los estatutos.

Lo cierto es que la primera pregunta es qué prisas le mueve al presidente. Ha tenido cuatro años y ahora hay que verlo en 20 días, digerirlo antes de Semana Santa. Vamos, cuando la gente no tiene otra cosa mejor que hacer. Por si alguien no tenía libro de cabecera para esta Cuaresma, pues ya lo tiene. Cuando el problema son los cultos, las papeletas de sitios, el de la cera, los costaleros, los montajes de los pasos, las flores... van y les dan unos estatutos. ¡Qué generosidad!

Pero es que la junta del Consejo se ha empeñado en tener una Cuaresma movidita, a todo lo habitual del ir y venir cofrade, a las celebraciones cultuales y a los problemas propios de los preparativos de la salida, que traen su ambiente y su preocupación de organización a las hermandades, ahora se deja caer con el borrador.

Nada hacía presagiar que esto se viera en Cuaresma, desacertadas han sido muchas cosas, pero esto es ya demasiado. Sin embargo es la única salida que le han dejado los chicos universitarios. A nadie se le ocurre llevar a debatir un borrador a una tertulia por muy universitaria que sea sin que los estatutos estuvieran presentados en el pleno. Así que de prisa y corriendo ahí lo tienen los hermanos mayores, sin reparar en nada, en la importancia del articulado.

La junta hasta ahora ha visto que todo lo que ha llevado a pleno no ha tenido mucho problema, por la actitud despreocupado que se ha dado en muchos asuntos. Pero no, aquí esta vez y en el escaso tiempo que se le dejó, ya hubo quien adelantó que esperan la carta en la que se indique el tiempo que marca el Obispado para recurrir el proceso.

Lo que sorprende es que conociendo el vicario encargado de cofradías esta propuesta -según ha declarado el presidente- no hiciera ver al Consejo que este no era el momento, que un articulado de esta envergadura no se puede ver de pasada. Más cuando ya sabemos que en ocasiones anteriores toda la cola que trajo la renovación de estatutos. Ahora esta reforma no pedida por nadie tampoco atiende los verdaderos problemas enquistados, todo lo contrario se los quita de un plumazo de enmedio. Se acuerdan eso de la antigüedad, de las 4 de la Madrugá... todo fuera y muchas otras cosas de interés.

Pero aquí nos estamos acostumbrados a que la junta del Consejo vea la puerta entreabierta, cuando están todos dormidos y zas. Hay que despertar, los hermanos mayores deben estar alerta, también en el pleno, porque aquí los goles valen por dos y hay mucha cosa seria que analizar y ver en estos Estatutos. Que si antes no hubo prisas, por qué ahora. Los Estatutos necesitan serenidad y seriedad.

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