Hacia el Museo de las Américas

Hay que concretar la evidente vocación de Huelva en algo tangible y visitable: el Museo de América

Cada vez que visito Málaga, tengo la misma impresión agridulce: por una parte, la satisfacción de que una capital andaluza se haya convertido en foco de atracción para el turismo internacional, que seguramente busca sol y playa, pero también y cada vez en mayor medida, por los alicientes culturales que han hecho de la ciudad mediterránea un lugar en el que se concentra lo más destacado de las artes del siglo XX -por supuesto el genio innovador de Picasso, pero también, por ejemplo, un Revello del Toro más tradicional, con sus correspondientes museos; además de los Thyssen, Pompidou, Ruso, el Palacio de la Aduana y un largo etcétera-. La parte "agri" de mis sensaciones tiene que ver con la inevitable y, como quiere el tópico, odiosa comparación con las pobres dotaciones culturales de nuestra Huelva, capital y provincia. Vuelvo al tema después de la vibrante y documentada charla que hace unos días impartió Juan Antonio Márquez, presidente de la Asociación Huelva Nueva York, en el Colegio de Ingenieros Industriales de Huelva, centrada en la aspiración de hacer realidad el Museo de América, que completaría, casi cien años después, la singular relación que la artista y mecenas Gertrude Whitney estableció con nuestra ciudad, con el levantamiento y donación del Monumento a Colón de la ría.

Queda bien el adjetivo iberoamericano que lucen numerosas instituciones onubenses. Pero lo que hace falta ahora es concretar esta evidente vocación de Huelva en algo tangible y visitable: el Museo de América. Y digo "concretar" consciente de que la Academia recoge el americanismo "concreto" como sinónimo de hormigón.

Cuando la asociación citada invitó a visitar Huelva a Fiona Donovan, biznieta de la escultora y también descendiente de Whashington Irving, el gran valedor de la gesta colombina en la época moderna, la ilustre dama firmó el manifiesto por el futuro museo y sugirió que llevara el nombre de Museo de las Américas, título que tiene la ventaja de integrar el llamado Nuevo Continente en su totalidad, Sudamérica, Centroamérica y Norteamérica, con todas las naciones donde tan destacada fue ayer y sigue siendo actualmente la presencia hispana. Con uno u otro nombre, el Museo forma parte de la que es quizá la principal misión que el destino marca a los onubenses de hoy: ser puente entre Europa y América, proyectando hacia el futuro los vínculos con que la historia nos señaló.

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