Hay profesiones en las que la humanidad es un factor clave para obtener buenos resultados, y entre ellas se encuentra la de médico, la preparación universitaria de estos profesionales no está completa si a la hora de ejercer su profesión no logran empatizar con las personas que acuden a ellos buscando una cura o un alivio a sus males. La sensibilidad en el trato con los pacientes, la cercanía, hacerles sentir que se está haciendo todo lo posible para aliviarles el dolor, para que puedan recuperar la salud y que se encuentran en buenas manos, es fundamental.

Profesionales sanitarios con vocación se encuentran en la sanidad pública, en el Centro de Especialidades Virgen de la Cinta, centros de salud y en los hospitales de Huelva, médicos como Pilar, Cinta, María José, Marta, Francisco José, Álvaro o Fernando, que tienen claro que la prioridad es el paciente, escucharle, hacer un diagnóstico inicial y trabajar a partir de éste para dar cuanto antes con el origen de las patologías que presenta, realizarle todas las pruebas médicas que sean necesarias para dar con la causa y actuar con diligencia para evitar un mal mayor.

Son médicos como estos los que engrandecen la sanidad pública, los que ofrecen garantías de buenas prácticas, los que transmiten confianza a los ciudadanos y los que velan por la salud de la población.

La labor de los médicos se complementa con el trabajo de los enfermeros y enfermeras. También hay en este colectivo grandes profesionales, que no dudan, en caso de hospitalización, en atender al enfermo en cuanto éste se lo requieren, así como tranquilizarle ante cualquier duda que le pueda surgir y ayudarle ante la imposibilidad de éste de poder llevar a cabo cualquier tipo de movimiento por su debilidad, que están pendientes de su estado y no dudan en comunicarle al médico cualquier anomalía que hayan detectado y contribuir así a dar con la clave para una pronta intervención para su recuperación.

Son estos enfermeros los que merecen un reconocimiento, los que acuden con ganas a su puesto de trabajo y que mientras están dentro de su horario laboral su actividad está marcada exclusivamente por la atención a los pacientes, y los que logran dibujar una sonrisa en los rostros de los más enfermos con sus anécdotas y relatos familiares. Este artículo va para todos ellos.