Dos mil marcas diferentes se han encargado de anunciártelo por TV, radio, prensa y por todos los canales de difusión. Pero si el mensaje no ha calado, ya te lo recuerdo yo: ¡La Navidad está aquí! ¿Es un resoplido eso que acabo de escuchar? Vale, sí. A priori quizás no vaya a ser la mejor de nuestras vidas, pero vamos a ponerle un poquito de actitud. 2020 se nos va (a tomar por c…), y esto merece una celebración. Son fechas de mucha actividad online, ¿o acaso no has visto lo bonito que le ha quedado el árbol de Navidad a la mitad de tus contactos de Instagram? Qué salones, qué luces, qué calidez, qué ganas de irme a vivir a vuestras casas. Mi árbol es muy guapete de frente, pero su trasero no es el más atractivo. No estaba yo espléndido el día que fui a comprar los adornos. Pues eso, como se avecinan días en los que tu smartphone te suplicará que necesita una powerbank, he pensado en crear un pequeño manual sobre el uso correcto de las nuevas tecnologías. ¿Y quién soy yo para decirte lo que tienes que hacer? Evidentemente nadie.

Ni una publicación de más. Te lo pido por favor. Desde pequeño me dijeron que "en el término medio está la virtud". Alguno de por aquí ha escuchado menos esta frase que Joaquín el del Betis jugado al tenis. Subes alguna foto con tu gente, algún mensaje con buenos deseos para el próximo año, vale. Evita las tentaciones. Esas gambas tan bien colocadas en su plato te pedirán a gritos que las compartas en Facebook. Esos pensamientos de 2021, voy a por ti querrán tener su sitio en tu muro. Date (y danos) un descanso. Estas Navidades bebe-usa tu smartphone con moderación. Si bebes no conduzcas ni uses el móvil. Si vas a tomarte algunas copas (y lo harás, claro que lo harás) valora apagar tu smartphone. Tu exaltación hacia tus amigos, y lo peor, hacia tu ex, pueden esperar. Ahórrate un domingo de resaca y vergüenza. Que se quede solo en resaca.

Usa una contraseña para la pantalla de bloqueo. No te estoy incitando a que ocultes información, pero deberíamos dar importancia a la privacidad. En una de estas cenas un móvil en manos ajenas es una bomba. Estará tu sobrina y te preguntará por tu nueva novia. Evita que coja tu móvil, que abra WhatsApp y que se encuentre una sorpresita que no olvidará el resto de su vida. Por cierto, ¿has visto la película Perfectos desconocidos? Consejo: no la menciones cuando tu primo quiera jugar.

No hables solo a través de la pantalla. En alguna comida también estará su sobrino, quien de forma muy insistente te repetirá que ya es oro en el League of Legends, y que su amigo Juan no para de flamear jugando al Fortnite. Más que nunca querrás esconderte tras la pantalla. No lo hagas. No descuides tus conversaciones físicas y descubre en qué idioma te está hablando.

Intenta mantener tu atención. Hordas de memes te esperan. Elfos bailando con la cara de tu padre y de tu tío, mensajes navideños del emérito mientras caza elefantes o el chiste del "¡hasta el año que viene!" que suelta tu amigo sabiendo que os veréis el día 1. Se viene una horda de memes. Evita sus ataques y mantén tu concentración en tu familia, que los peces en el río no se cantan solos.

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