El año comenzó muy por encima de lo que se podía esperar. Las previsiones hacían pensar en una buena campaña, aunque con reservas. Pero el bicho, rompió cualquier pronóstico. Entró sin avisar en pleno inicio de temporada y ahora no podemos perder el tiempo. Es momento de buscar dentro y centrar las ofertas turísticas en el sector nacional, regional y provincial. El turismo emplea anualmente a una media de 16.000 trabajadores en la provincia, con picos en pleno agosto que alcanzan las 22.000 personas, el peso del sector en el PIB de la provincia ronda el 10% y está claro que necesitamos su actividad en todo lo que le rodea. Porque cada vez que vienen turistas a la provincia además de los alojamientos ganan en la restauración, el transporte, la alimentación y el comercio. Sectores esenciales para remontar la situación que se nos ha venido encima.

Huelva tiene varias ventajas respecto a otros destinos: es punto de mira del turismo nacional y ha sido una de las provincias con menos contagios. Y si mantenemos las medidas de seguridad, estamos en disposición de mostrar un destino con sello de calidad y las garantías. Lo que todos queremos para descansar y disfrutar tranquilos. Por ello, es lo que el sector turístico deberá potenciar para conseguir retener y fidelizar al cliente.

Este verano, aún no sabemos qué va a pasar, pero lo que sí parece evidente es que los viajes serán más cortos, de ida y vuelta, de un fin de semana o pocas noches fuera, siempre y cuando se pueda garantizar toda la seguridad posible. Lo lógico es pensar que las salidas serán, en su mayoría, cercanas a nuestro domicilio. Parece que las apuestas serán por la cercanía, por la seguridad sanitaria y para ello hace falta una planificación, donde pongamos en valor la calidad y la seguridad del destino.

El turismo nacional ganará la partida a esta situación, pero para ello necesitamos promocionar el destino y hacerlo como lo que es, un lugar donde desconectar (que ya nos hace falta) de forma segura. Es la única manera de sacar el músculo productivo y financiero que tiene el sector ante una situación más que complicada.

Si no queremos que en un abrir y cerrar de ojos el turismo pase de ser motor económico de la provincia a su condena hay que aprovechar el tiempo, sobre todo ahora que comienza a moverse la bolsa de reservas y el primero será el que finalmente se apunte el tanto. Hay que empezar a dar los pasos necesarios para que los viajeros puedan venir con tranquilidad y para ello es esencial ponerse a trabajar ya. Empresarios y administraciones. ¡Manos a la obra!

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