Malos gobernantes

El Gobierno de Rajoy carece de discurso, no tiene ideas y es incapaz de plantear un "relato" convincente

La idea de Tabarnia -la región costera que quiere independizarse de la Cataluña interior independentista- fue la ocurrencia de unos cuantos tuiteros, pero ha sido la única arma propagandística que ha funcionado desde el campo que podríamos denominar constitucional. Porque el Gobierno del PP no ha sido capaz de elaborar una estrategia comunicativa que pusiera sobre la mesa ideas y argumentos contra la independencia catalana. Muy al contrario, el Gobierno ha jugado con fuego y se ha mantenido al margen de cualquier debate ideológico, encomendándolo todo a la acción de los jueces y esperando que el simple Código Penal acabe poniendo las cosas en su sitio.

La estrategia es peligrosa, entre otras cosas, porque un partido que cuenta -o contaba- entre sus filas con personajes tan admirables como Luis Bárcenas, Rodrigo Rato, el Bigotes, Francisco Correa, Ricardo Costa, Jaume Matas y compañía difícilmente puede encomendarse al Código Penal para hacer política. Y además, en la época de las redes sociales hay una batalla por la comunicación que se debe librar a cara de perro y en la que hacen falta ideas, creativos, tuiteros y publicitarios. La Generalitat se ha gastado millones en tenerlos y ha podido ganar sin problemas la batalla del relato, que sólo quedó desactivada cuando la realidad de la independencia demostró que todo era una farsa irrealizable. Pero sólo la realidad, la testaruda y vulgar realidad, ha podido desmontar el magnífico tinglado propagandístico que los independentistas habían levantado en estos años. De lo contrario, ellos tenían la batalla más que ganada.

Lo digo porque el Gobierno de Mariano Rajoy ha estado jugando con fuego. Ha demostrado ser un Ejecutivo que carece de discurso, que no tiene ideas, que es incapaz de plantear un "relato" convincente y que además está representado por personajes de segunda o tercera fila que no parecen muy capacitados para su cargo. Ahí están, por ejemplo, Zoido y Serrano, o Serrano y Zoido, quienes a este paso acabarán haciendo cameos en los largometrajes paródicos del Culebra y el Cabeza. ¿Está capacitado Zoido para dirigir un Ministerio tan complicado en estos momentos como el de Interior? ¿Y está capacitado Serrano para ser Director General de Tráfico? ¿Poseen la preparación y la inteligencia necesarias? Ustedes mismos.

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